A tan solo media hora en tren de Kioto (con una frecuencia cada 10
minutos), se encuentra la ciudad de Osaka.
Como comenté en una entrada anterior, los contrastes que se
pueden dar entre un lugar y otro a una relativa corta distancia entre dos
puntos, puede ser impresionante.
Aquí nos volvemos a encontrar con un caso similar, si a
Kioto se le asocia al refinamiento, la tradición y la preservación de la
historia del Japón, a Osaka, se le asocia a la modernidad, hervidero de
tendencias y a una gran vida nocturna.
Entre las imprescindibles visitas que hay que realizar en
ellas, sin duda, la principal es el famoso Castillo de Osaka, sin duda, uno de
los más bellos del país y con una vida bastante azarosa ya que ha sido
destruido y reconstruido en numerosas ocasiones. La última gran reforma se
llevó a cabo en 1997, dotándolo de un museo.
Además, dicho castillo, nos ofrece la posibilidad de subir
hasta el último piso, donde se encuentra un mirador y ver panorámicas de dicha
ciudad donde, al igual que otras, se intenta dotar siempre a las ciudades de
zonas verdes para el esparcimiento y disfrute de sus ciudadanos.
Y
cuando en Japón, hablamos de bullicio, eso significa irremediablemente, zona de
compras. Las principales zonas se encuentran en la parte sur de la ciudad,
concretamente en el barrio de Minabi (Namba) y allí podemos encontrarnos con
Shinsaibashi Shopping Arcade, Amerikamura ("Pueblo America"),
Nipponbashi Den Den Town (zona de compras de electrónica y manga). Ya cuando
anochece, lo interesante es acercarnos a Calle Dotombori donde nos veremos
deslumbrados por la gran cantidad de anuncios con luces de Neón. Además, para
los amantes de la gastronomía, Osaka, se puede decir que es el País Vasco de
allá, por su cultura culinaria, la exquisitez de sus productos, etc. De hecho,
la zona de Kansai, en la que se situan ciudades como las comentadas Kioto y
Osaka junto con Kobe (famosa por tener la mejor carne de vaca del mundo), se ha
convertido en un referente mundial de la cocina. Incluso, habría que destacar
Tokio, por haberse convertido en la ciudad con más estrellas Michelín del
mundo.
Y
aquí termina mi crónica de un día a Osaka, una ciudad que al igual que muchas
ciudades del Japón, fue reconstruida prácticamente después de la Segunda Guerra
Mundial.
Ya en
mis últimas crónicas, hablaré de lugares muy interesantes y necesarios para
salir del bullicio y encontrarse con la naturaleza, como son Kamakura, Nara e
Inari.
Algunas fotos de Osaka:
Otros artículos sobre Japón en este blog:
¿Qué te gustó más? ¿China o Japón? ¿Cuál recomiendas visitar primero a alguien que nunca haya estado en Asia? Leyendo tus artículos veo que los templos y jardines de China y Japón son bastante parecidos... Gracias.
ResponderEliminarHola, los templos son parecidos relativamente. Si ruviera que elegir el orden, primero iría a China y luego a Japón. Así, el viaje va in crescendo en sensaciones. Saludos
EliminarGracias Daniel!
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