lunes, 15 de octubre de 2012

Viaje al Nepal (I). Cruzando fronteras



Tras haber cogido un vuelo para la India de 3 semanas con Qatar Airways a fechas cerradas, vimos que el recorrido que teníamos planeado por el norte de la India, con dos semanas era suficiente. Así que viendo las posibilidades de ampliar una semana, estaba claro que Nepal, era la mejor opción

Ya cuando uno oye Nepal, le suena a un mundo lejano, mágico y rodeado de altas montañas. El “problema” era como llegar hasta allá desde la India. Podríamos recurrir al avión pero preferimos hacer el recorrido por tierra y vivir una experiencia diferente y ya lo creo que fue. Digamos, que daba la sensación de estar rodando una etapa del programa Pekín Express. Les digo, que el trayecto entre Benarés y Katmandú, puede llevar fácilmente unas 24 horas.


Aquí les cuento el relato por si están interesado:

 Partimos desde la estación de Benarés (Varanasi) a Gorakphur en tren. Esta localidad es una de las más cercanas a la frontera con el Nepal. La estación de Benarés es bastante impactante. En el hall de dicha estación, se ven a cientos de familias que tienen este lugar como el de vivienda habitual, y nunca mejor dicho, ya que se les veía que tenían a su alrededor todas sus pertenencias. Aquí, como les indiqué en un post anterior sobre el viaje a la India, existen pequeñas salas donde esperar el tren sea más ameno.

Debe haber un tren preparado para esta "experiencia" porque sale de Benarés a las 00:40 de la noche y llega a Gorakphur a las 6:40  de la mañana, si no hay retraso, que es lo que nos pasó a nosotros y fue el unico retraso. Al llegar a Gorakphur, en nuestro caso sobre las 8:30, ya hay chóferes que esperan ofreciendo los servicios para ir a la frontera. El trayecto en coche, siempre se acuerda previamente entre los que van a ir. En mi caso, hubo mala suerte porque solo coincidimos con un alemán y al final entre los 3 pagamos 1000 rupias indias, que como yo iba con mi mujer, fue 650 rupias (las 2/3 partes), o sea, que los dos, no llegamos a 10 euros aunque si hay más gente, pueden meter en un 4x4 a 10 personas (si, las cuentas de plazas, no cuadran para como iríamos en occidente) y puede salir por 3 euros por persona.

Ese trayecto fue de dos a dos horas y media y como indico, era el conductor delante, el alemán de copiloto y mi mujer y yo detrás, pues no nos sentimos hacinados. Aquí, nuevamente hacíamos un recorrido por una carretera secundaria y veíamos la temeridad con la que conducen allí. El acercamiento a la frontera se notaba a medida que veíamos grandes camiones de carga postrados en el arcén.

Fotos de la frontera:


Antes de cruzar dicha frontera, hay que pasar por el puesto de control indio.

Al llegar a unos 200 mts, antes de la frontera, el chófer nos deja y como nos habíamos informado previamente, antes de cruzarla, hay que pasar por un puesto fronterizo indio para poner el sello de salida. Este paso es importante, porque sino a la vuelta a la India, se tiene el pasaporte "descuadrado", es decir, no cuadra, el número de entradas con el de salidas y podríamos incurrir en una multa. Ya podíamos atravesar la frontera, que en este caso, la forma un gran arco. Luego, al pasarla, vemos que el tráfico de nepalíes e indios entre ambos países es libre, es decir, no tienen que pasar por la aduana pero hay un guardia nepalí que al ver personas con rasgos no nativos, nos indica el puesto de la aduana nepalí. Este paso también es importante, ya que si no nos sellan el pasaporte, estaríamos de forma ilegal en Nepal. Afortunadamente, en este país, los trámites de obtención del visado, se pueden conseguir en la misma frontera, a diferencia de la India, que recordemos que había que pedirlos en la Embajada India en Madrid, como había indicado en el primer post. Tras rellenar un formulario típico de aduanas (es decir, nombre, país de procedencia, lugar a pernoctar, motivo de la visita, etc) pagamos el visado, que eran o 20 euros o 20 dólares. Mejor en dólares, ya que un 1 euro está como a 1,3 euros y por tanto, esos 20 euros, serán como 17 euros al cambio. Si uno se puede llevar ya los dólares desde España, mejor. Nunca se sabe lo que nos puede ocurrir.

Yo, desde pequeño, siempre había tenido en cuenta que la India era un país y Nepal era otro. Que no había lugar a dudas. Pero por lo visto, para dejarlo bien recalcado, el gobierno nepalí quiso que la hora fuera distinta a la de la India (que tiene el mismo huso horario para todo el territorio). Uno podría pensar, que bueno, como la Península Ibérica y Portugal, será una hora, pero no, aquí lo curioso, es que si nos fijamos en un mapa, Nepal está justo arriba de la India, y los husos horarios no van en función de la altitud sino de la latitud (de hecho España y Sudáfrica tienen casi el mismo huso horario pese a la diferencia en kms que hay). Pues aquí, optaron porque Nepal esté 15 minutos de adelanto con respecto a la India. Curioso.

Es curioso también como a veces una simple franja imaginaria, puede hacer cambiar mucho la forma de ser de las personas. Ya, aquí, la vida es distinta en el sentido de algo más de orden y tranquilidad. A unos cien metros de la línea fronteriza veremos un banco y una casa de cambios. Aquí, el cambio entre la rupia nepalí y el euro, es fácil. Un euro, para cálculos rápidos, son cien rupias nepalíes; o sea, todo precio, a dividirlo entre cien.

Desde el mismo punto fronterizo, casi no salen autobuses para Katmandú, la capital. Hay que  llegar a la localidad de Bhairawa, que está a cinco kms. Para ir desde la frontera a este punto, lo mejor es ir en ciclorickshaw. Son muy frecuentes por la calle en busca de un turista. Recordemos que aquí ya tendríamos que pagar en rupias nepalíes (quizá con 200 rupias, unos 2 euros, sean suficientes). Nos trasladaremos hasta la estación de autobuses de Bhairawa.

Los pintorescos autobuses del Nepal.

Haciendo un resumen hasta ahora, la jornada empezó la noche anterior en Benarés (India) y cogimos el tren, que tuvimos la mala suerte de cogerlo con retraso. Llegó sobre las 2:00 de la mañana cuando su hora prevista era las 00:40. En el tren, al ir en clase superior, nuestro compartimento estaba habilitado con literas y pudimos dormir. Llegamos a Gorakphur sobre las 8:30 y cogimos un coche hasta la frontera y llegamos sobre las 11:00 de la mañana. Dentro de lo que cabe, uno podría decir que bueno, se puede aguantar la experiencia.¿Donde está el problema? El "problema" es que ahora tocaba unas 8 horas de autobuses y aquí, el aforo de un autobús, precisamente no se respeta y a medida que ibamos parando por los distintos pueblos, el autobús cada vez se llenaba más y más hasta el punto de casi no poder ni mover las personas ya que nuestras maletas, las teníamos a nuestros pies. Asimismo, son autobuses algo viejos. Quien tenga Imagenio y haya visto programas sobre carreteras peligrosas, sabrán de que les hablo. El autobús nos costó como unos cinco euros por persona. Teniendo en cuenta que eran unos 8 horas de duración por cinco euros, no está mal (unos 60 cts. por hora)..En el autobús, se solían subir vendedores de comida de vez en cuando, o sea, por tanto, se podía hacer tentempiés con productos típicos de allá. Asimismo, el autobús de vez en cuando hacía paradas para hacer las necesidades fisiológicas. Sobre las 21:00 llegamos a la estación de autobuses de Katmandú (hay varias) y cogimos un taxi, para que nos llevara al hotel. Aquí, tal vez los taxistas se intenten aprovechar un poco del cansancio del viajero y de no conocer la ciudad, junto con otros “extras” que se puedan inventar (nada nuevo relativamente) pero yo no recomiendo pagar más de 250 rupias, unos 2,5 euros. Por fin, llegábamos al hotel, ya de noche. Teníamos pensado hacer la misma aventura para la vuelta a Nueva Delhi para coger el avión de vuelta a España pero preferimos ir a una agencia de viajes y comprar billetes de avión. De Katmandú a Nueva Delhi, hay solo 1:30 horas de vuelo y no nos apetecía pasar otra aventura de casi 24 horas.

Katmandú y su valle, nos esperaban estos días. En los próximos posts les hablaré de ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario