martes, 19 de agosto de 2014

Escapadas en la India (II). Qué ver en Rishikesh

Uno de los destinos, que si no indispensable, si que se  suele visitar bastante en la India, es la ciudad de Rishikesh, en el estado indio de Uttaranchal.

Esta localidad, es conocida como la capital mundial del yoga  y el gran ejemplo de esto, es la gran cantidad de escuelas y cursos de yoga que había por dicha ciudad. A mi, realmente no me impulsó el ir a esta ciudad por esta actividad, sino más bien debido a que es una de las ciudades más cercanas a Delhi (a tan sólo una hora en avión) y para desconectarse un poco el fin de semana, está bastante bien.

Además, para la religión hinduista, es una ciudad santa y por tanto, en prácticamente toda la ciudad, será imposible encontrar carne para comer y alcohol. De hecho, a veces encontrar comida hecha con huevos, era difícil.

Otra de las cosas por la que es famosa Rishikesh es que en ella, aprovechando que pasa por ahí el Rio Ganges, es la gran cantidad de empresas que ofrecen hacer rafting así como actividades de senderismo. Durante los meses de julio a septiembre, debido a la gran crecida del río por los monzones, las actividades acuáticas, quedan suspendidas.



COMO LLEGAR A RISHIKESH DESDE DELHI

Avión.- Para mi, es la mejor forma y más cómoda. Se pueden conseguir gangas interesantes desde Nueva Delhi por quizá, unos 50 euros i/v. La mejor web india de búsquedas de vuelos, es www.cleartrip.com El aeropuerto más cercano es el de Dehradun y de allí a Rishikesh, es aproximadamente una hora (según el tráfico) por una carretera muy bonita. El coste oficial del taxi entre los dos puntos, es de 900 rupias (unos 11 euros). Dicho servicio de taxis, se contratan en el mismo aeropuerto. No es recomendable usar servicios no oficiales ya que probablemente sean más caros.

Tren.- La gran mayoría de trenes desde Delhi, llegan a la ciudad de Haridwar. La duración del tren ronda entre las cuatro y las siete horas y a ello, le tendríamos que sumar unos 40 minutos de bus o taxi para llegar a Rishikesh.

Taxi.- Según pude ver en el aeropuerto de Dehradun, el trayecto hasta Delhi (y por tanto, con un precio similar para el camino inverso), era de 5.500 rupias para un coche de aire acondicionado. Lo cual, traducido en euros ronda los 70 euros por trayecto. Por tanto, para dos personas, saldría más barato un avión.

ALOJAMIENTO.

La infraestructura hotelera en Rishikesh es más bien mediocre en lo referente a calidad. Es una ciudad pensada más bien para muchos peregrinos indios y normalmente carente de muchos recursos, lo cual redunda en la calidad de los establecimientos hoteleros.

Por tanto, el que quiera un gran hotelazo en Rishikesh, lo tendrá difícil y tal vez la ciudad de Haridwar, ofrezca mejores hoteles, incluido uno de la cadena Radisson Blue.

Mi esposa y yo decidimos alojarnos en un hotel que estaba situado a unos quince minutos a pie del centro neurálgico de Rishikesh. Esa distancia caminando, se compensaba  netamente con una tranquilidad total. En concreto el hotel era el Rishikesh Sadan A Yoga & Spiritual Retreat.

Además, cuando fuimos, en agosto, era temporada baja y la ocupación hotelera, era relativamente baja en toda la ciudad y eso se agradecía en caminar tranquilamente, sin agobios, por la ciudad.

Hermosas vistas desde el balcón de nuestra habitación

El entorno del hotel, también presentaba una naturaleza hermosa


DONDE COMER.

Normalmente, los lugares carentes de infraestructura hotelera, suelen tener a veces el hándicap de pocos lugares para comer. Aquí ocurría lo mismo y al menos que uno se quiera arriesgar comiendo en puestos callejeros en la India, la oferta era muy limitada. Nosotros todas las grandes comidas (que tampoco fueron muchas al estar únicamente un fin de semana), las hicimos en el hotel donde nos alojábamos, que estaba bastante bien.

QUE VISITAR

El Río Ganges.- Si Rishikesh es una ciudad sagrada, es en parte debido a que es atravesada por dicho Río, que nace a unos kilómetros arriba, en la Cordillera del Himalaya. El que haya visitado Benarés (Varanasi), lo notará mucho más limpio. Unos kilómetros al norte de la ciudad, existen unas pequeñas playas donde es posible bañarse pero debido a que julio y agosto es la temporada de lluvias, el gran caudal y fuerza que lleva el río es imposible bañarse. De hecho, de vez en cuando se podía ver como el río arrastraba grandes troncos de madera como si fueran plumas.

Al fondo a la izquierda, el templo Laksham Jula


El puente Laksham Jula, visto desde el templo del mismo nombre.




Pequeñas explanadas habilitadas para bañarse en el Río Ganges.






Templo de Lakshman Jula.- Sin duda, la principal atracción de la ciudad. Es un templo que está en la orilla del mismo Río Ganges y que consta de 13 pisos. La entrada a él es totalmente gratuita y sólo se pide un donativo (la voluntad) a la hora de dejar los zapatos a la entrada. Recordemos que en todo templo hinduista, hay que entrar descalzo. En el interior de dicho templo, en el que las escaleras están puestas de forma que haya que recorrer todos los pasillos, podremos encontrarnos tiendas de recuerdos, joyerías, etc. Se recomienda subir hasta el final ya que desde allí las vistas son impresionantes al río y al puente.




Otros edificios colindantes con el templo

Otros edificios colindantes con el templo







Swarg Ashram.- Si desde el templo anterior se camina en dirección sur (es decir, tomando la derecha del puente Laksham Jula), nos encontraremos con las principales tiendas así como con numerosos templos de meditación. Si tomamos siempre el camino principal, llegaremos al siguiente puente peatonal de Rishikesh, el Ram Jhula, de una estructura prácticamente similar al anterior.

Si continuamos yendo en dirección sur, llegaremos a una zona donde existen pequeñas casitas que sirven de lugares de meditación y explanadas habilitadas en la ciudad para bañarse en el Río Ganges.


Y en una ciudad santa, siempre proliferan una gran cantidad de vacas







Una ciudad de la India sin monos, no sería la misma.











Maharishi Mahesh Yogi Ashram.- En este lugar, es donde estuvieron los Beatles meditando un tiempo en Rishikesh hasta que se dieron cuenta como el propietario de dicho ashram, Mararishi Mahesh, literalmente se reía de ellos y su único objetivo era sacarles dinero. Dicho lugar fue abandonado en 1997 pero por la curiosidad de verlos, decidimos acercarnos. Para llegar a el, hay que seguir el camino que estabamos anteriormente e ir preguntando de vez en cuando a los paisanos. Nos llamó mucho la atención que realmente muy pocos nativos supieran donde se econtraba el lugar. Pero nuestra sorpresa fue máxima cuando en el camino, llegamos a un punto que continuar, significaba una multa de 5.000 rupias (unos 60 euros). Lógicamente, no nos arriesgamos sabiendo las ansías recaudatorias que tienen las autoridades indias. Me imagino que con esta medida, habrán querido disuadir a la gente que aquello se convirtiera en un centro de peregrinación. Esta es una de las contradicciones que tiene este país, lo que en otro lugar se podría considerar una fuente de ingresos turísticos, aquí es una limitación.



Y como en una ciudad en la India, siempre es una sorpresa para la vista, aquí dejo algunas fotos más.





Mucho sadhu (o santero) al tratarse de un ciudad santa.



Farmacias intactas desde hace 100 años

Los restaurantes Chotiwala, muy conocidos en la ciudad










Y esto es básicamente lo que se puede hacer en Rishikesh, aparte de deportes de aventura y meditación.

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