Tal vez a la mayoría de lectores
el nombre de Srinagar no le suene mucho pero si decimos que es la capital
(durante la época de verano) de la Cachemira india, ya tal vez, estén más
posicionados.
Antes de hablar de los lugares en
si, es bueno hacer un breve inciso para conocer el problema de esta región, una
de las más militarizadas y peligrosas (aunque hoy en día no tanto) del mundo.
Cuando se produjo la
independencia tanto de la India como de Pakistán por parte del Reino Unido,al maharajá
(rey) de cada región, se le indicó a que país quería pertenecer. Cachemira era
predominantemente musulmán (y lo es, de hecho el 95% del distrito de Srinagar,
es musulmán) pero el maharajá, era hindú y éste no sabía decidirse. Justo
después de la independencia (agosto de 1947), tropas pakistaníes invadieron la
región. Ante la imposibilidad de defenderse, el maharajá, ante los improperios
y violaciones a los derechos humanos por parte de las tropas pakistaníes, decidió
unirse a la India. Los enfrentamientos continuaron y se decidió separar dicha
región en dos partes, la india y la pakistaní (en 1961, China invadió la india
y ocupó una pequeña parte de Cachemira, llamada Aksai Chin). En total, dicha
región ha generado entre India y Pakistán un total de cuatro guerras, entre
1947 y 1949, 1965, 1971 y 1999.
Cachemira, disputada entre tres países |
Asimismo, los días que estuvimos
mi mujer y yo allá, coincidió con el fin de semana del 15 de agosto (día de la
Independencia de la India) y por tanto, con máxima tensión y alerta.
Ya el aeropuerto de Srinagar
impresiona bastante por su seguridad. Creo que es el primer aeropuerto de una
pista que ésta no va pararela a la terminal sino que es perpendicular y en todo
el borde de dicha pista, se encuentra una gran cantidad de bases militares. Al
llegar al aeropuerto, para los extranjeros, existe un control en el que hay que
registrarse, indicando las zonas a visitar de dicha región. Asimismo, cuando se
vuelve al aeropuerto, a unos dos kms aproximadamente antes de llegar, hay un
control de equipaje y de pasaportes, con la incomodidad que supone sacar las
maletas del taxi o coche y volverlas a poner.
Durante el recorrido que hicimos
los controles de seguridad fueron constantes y prácticamente había que tener a
mano los pasaportes.
De vez en cuando, se veía alguna pequeña trifulca |
Ahora, y tras el anuncio de los
terroristas de Al Qaeda de actuar en India, tal vez los controles aumenten más y viendo un poco lo que vi ese fin de
semana, por desgracia, Cachemira se puede convertir en un filón de fanáticos
asesinos.
COMO AFRONTAR LA VISITA
Está claro que si se va a visitar
Srinagar, hay que ver los alrededores (especialmente Gulmar), dormir en un
houseboat (pequeños barcos hoteles) visitando el hermoso Lago Dal y si sobra tiempo, visitar la ciudad.
Tal vez lo último que haya
comentado, lo de si hay tiempo se podría visitar la ciudad, pueda ser algo
premonitorio que tal vez nos encontremos con una ciudad que no ofrece
alicientes. No es que no los ofrezca sino más bien es que con las dos opciones
anteriores, veremos que tras visitar la ciudad, no hay comparación ninguna.
Dependiendo de la hora que llegue
el medio de transporte que nos lleva a Srinagar, una buena opción podría ser
visitar directamente los alrededores de Srinagar. En mi caso, el avión llegó a
las 8:30 de la mañana al aeropuerto y por tanto, teníamos todo el día libre. Ya
si se llega a mediodía o por la tarde, tal vez lo mejor sea ir al houseboat y
contratar un paseo en barco por el lago Dal.
A continuación, comento las
actividades a realizar:
ALREDEDORES DE SRINAGAR
De una belleza impresionante y
las carreteras, recordándome a mi hermosa Gran
Canaria , fue el primer lugar que mi mujer y yo recorrimos. Como indiqué
anteriormente, el avión aterrizó a las 8:30 de la mañana y nos vino a buscar el
chófer que habíamos concertado con el hotel.
Pues bien, a las 8:30 llegamos y
lo primero que tuvimos que hacer, antes de salir del aeropuerto, es
registrarnos en un stand de éste ya que los extranjeros que visitamos algunas
regiones estratégicas o conflictivas de la India, tenemos que hacer. Tras realizar
esto ya salimos del aeropuerto y vimos a nuestro chófer así como una pequeña dotación del
ejército indio con traje de gala. No hay nada como el Día de la Independencia
en la India para mostrarles los dientes a su enemigo natural, Pakistán, y más
en una región que reclama ésta.
Llegamos el día de la Independencia (15 de agosto) a Srinagar. Buen día para demostrar el orgullo patrio |
Tras coger la carretera del
aeropuerto, vemos que hay muchas casas con tejado de rejas y en forma
triangular. Eso ya denota que es una zona donde llueve mucho y principalmente
nieva bastante en invierno.
Nuestro destino era la estación
de esquí de Gulmar, que al tratarse de verano cuando fuimos, más bien se
convierte en una zona recreativa. Al ir ascendiendo por las carreteras y como
comenté anteriormente, me recuerda mucho a mi isla, Gran Canaria, especialmente
las carreteras que suben a Artenara. Está claro que el norte de la India es
mucho más atractivo, hermoso y sano que la zona donde se encuentra Nueva Delhi,
con un clima de 9 meses insoportables de calor, dos de temperaturas normales y
uno con un frio con temperaturas nocturnas que llegan a casi cero grados.
Tras llegar a Gulmar, los
vehículos deben llegar hasta un punto y luego, para trasladarse a un
teleférico, hay que o ir andando (son como dos kilómetros) o bien, ir en
caballo. Nosotros decidimos en este medio de transporte. Como todo en la India,
hay que regatear pese a supuestamente haber unos precios oficiales pero bueno,
por desgracia forma parte de la idiosincrasia de este país y no queda más
remedio que “pelear” un poco. Al final, no estuvo mal el precio para un europeo
y el paseo ida y vuelta, con espera incluida, costaba 500 rupias (unos 6 euros
por persona).
En este trayecto, nos fijamos que
la gran mayoría de los que tenían el negocio de los caballos, eran musulmanes.
Daba la sensación a veces de estar en una pradera de Afganistán ante esas
indumentarias tipo pastunes y esos caballos, de tamaño similares a los de un
pony. Está claro que la diversidad cultural, etnográfica y humana en la India
es impresionante.
Y como no, no podían faltar fuerzas militares. |
Tras llegar a la base donde
sale teleférico, nos ponemos a hacer
cola para comprar las entradas. El precio, subir hasta lo más alto y bajar, era
de 1.400 rupias (unos 18 euros). Nos llamó bastante la atención ya que es un
precio muy alto para la India. Lo normal es que las cosas en este país valgan por
reglar general, tres veces menos que en España, y por tanto, para el poder
adquisitivo de los indios, es como si valiera casi 60 euros.
Pero si, ese era el precio
oficial y vimos que lo pagaban todos los indios. Este país, por desgracia, está
uno tan acostumbrado a que haya un sistema doble de precios (uno para los
indios y otro, para los extranjeros) que siempre dudas de si el precio, es el
real o inventado. Hay que tener en cuenta que el pago solo se puede hacer en
efectivo, no con tarjeta de crédito. Muy a tenerlo en cuenta. Las cabinas de
los teleféricos son para seis personas. Se recomienda muy encarecidamente
ponerse delante para verlo todo mejor.
Y tras ir subiendo, desde luego
que mereció la pena. Los paisajes parecían de los Alpes y aquí, dentro de lo
que cabe, la gente está un poco más concienciada con la limpieza y pudimos ver
menos basura de lo normal tirada en el suelo. Tras llegar arriba de todo, a
unos 4.300 mts de altitud, vimos que el oxígeno faltaba mucho, casi no se podía
respirar y realmente, poco había para caminar y lo único era ver esas
impresionantes vistas de las montañas.
La inacabada sala de espera de dicho teleférico |
Una pequeña llovizna amenazó durante la subida |
Ya en el punto más alto del teleférico |
Hermosas las vistas desde lo más alto |
Sin duda, el mal de altura se notaba bastante |
Y vuelta a bajar |
Tras bajar otra vez por el teleférico,
volver a montar a caballo y tomarnos un café, ya eran casi las tres y media de
la tarde. El cuerpo pedía descansar tras habernos levantado a las cuatro y
media de la mañana para coger el avión.
El precio total del taxi,
conductor incluido, desde el aeropuerto a Gulmar y dejarnos en el embarcadero
de la ciudad de Srinagar, desde las 8:30 hasta las 16:30 aproximadamente, fue de
2.000 rupias (unos 25 euros). Suele ser un precio muy común (oscila normalmente
entre 1.600 y 2.000 rupias) la disponibilidad de tener un coche ocho horas al
día y con conductor.
LAGO DAL
Es sin duda, la principal
atracción de Srinagar y una manera excepcional de desconectarse y relajarse en
un entorno de naturaleza idílico.
Lo más recomendable cuando
alguien se va a alojar en Srinagar, es realizarlo en un hotel bote (house
boat). Normalmente suelen ser embarcaciones de dos o tres habitaciones y zonas
comunes. Debido al daño que ha hecho el conflicto de Cachemira entre India y
Pakistán, actualmente creo que hay un sobre exceso de oferta y eso se nota en
que se pueden obtener precios interesantes. Mi mujer y yo dedicimos alojarnos
en uno que estuviera algo lejos de la ciudad (y no tan lejos relativamente ya
que estaba a 10 minutos en canoa desde el embarcadero principal), concretamente
el Houseboat
Zaindari Palace. Tal vez , por ello, fuera un poco más caro de los normal,
unos 40 euros para dos personas con desayuno incluido. Pero lo bueno, es que durante los dos días que estuvimos, allí
no se alojó nadie más. Esto es relativamente un factor a tener en cuenta y es
que estar en un barco de estos, la diferencia entre estar a gusto e incómodo,
es estar sólo o no ya que este tipo de hospedaje, compartido con alguien ajeno,
sería tal vez agobiante.
La habitación en nuestro barco |
El salón de dicho houseboat. Al ser los únicos huéspedes, todo para nosotros |
Hermosas vistas desde el recibidor del barco |
Las vistas desde la ventana de nuestra habitación |
Hermoso lugar para deleitarse mientras se desayuna |
Pues la gran mayoría del tiempo
de nuestro fin de semana en Srinagar, principalmente el sábado (habíamos
llegado un viernes y nos íbamos un domingo al mediodía), transcurrió navegando
por el lago, cuya superficie total es nada menos que de 20 kilometros
cuadrados.
En este lago, pudimos ver desde
inmensos nenúfares, un gran hábitat de aves y también pequeños asentamientos de
casas. Fue una experiencia muy relajante y más en un país tan caótico a veces
como la India.
Para navegar por dicho lago,
existen botes con techos muy típicos de la zona y su precio oscila entre 200 y
300 rupias la hora (entre 2,5 y 4 euros aproximadamente). Ya todo depende de la
destreza para regatear y del número de horas que se contrate. El lago es muy
grande y una opción podría ser dar un paseo de unas dos horas por la mañana y
otro por la tarde.
Pero incluso, sentándonos en el
recibidor del houseboat y ver toda esa naturaleza y ese pequeño trasiego en
barcas de los habitantes locales, ya es también bastante agradable.
VISITA A LA CIUDAD DE SRINAGAR
Lógicamente, había que hacer una
visita a la ciudad. Los principales puntos turísticos distan bastante de la
zona de embarcaderos (Ghats) por lo que se hace necesario coger un taxi pero
por la estrechez de las calles y para movernos mejor, es más recomendable coger
un tuk-tuk. Tras hablar con varios conductores, pactamos con uno que no
enseñaría las principales atracciones por 600 rupias (unos 8 euros). Tal vez se
podría haber regateado un poco más pero bueno, como he dicho en algunas
ocasiones, tal vez un euro para nosotros no signifique mucho pero para ellos,
igual es una comida casi.
Pues bien, al ir dejando poco
Boulevard Street, que es la calle donde se encuentran los embarcaderos,
enseguida nos dimos cuenta que es una población que en su gran mayoría está habitada
por musulmanes y daba la sensación de estar en Afganistán o Pakistán (de hecho,
en el fondo nos encontrabamos a menos de 100 kms de la frontera). Por tanto,
era muy característico ver carnicerías con corderos, indumentaria musulmán y
mezquitas.
La Mezquita principal (Jama
Masjid)
Sinceramente, me la esperaba
mucho mejor siendo un bastión del Islam en la India pero bueno, es lo que
había. Lo que si me llamó mucho la atención es que parte de su arquitectura se
parecía mucho a la que se puede observar en el Monasterio de San Lorenzo de El
Escorial. Fue construido en el año 1394 pero la actual es del año 1672. Tiene
capacidad para unas 33.000 personas pero como había comentado, me parecía algo
sosa. Hay otras muchas mezquitas más impresionantes en la India, como por
ejemplo la de Nueva Delhi. Se puede visitar sin ningún problema y de entrada,
sólo se pide la voluntad, entrar descalzo y en el caso de las mujeres, cubrirse
el pelo.
Interior de la mezquita, con capacidad para más de 20.000 personas |
Ziyarat Naqshband Sahib
Posteriormente, nos dirijimos a
dicho lugar, que es un templo musulmán. Fue construido por el Sultan Sikandar
entre 1389 y 1413. Es un emplazamiento con un jardín muy interesante (Srinagar
tiene buena fama de ello) y que enfrente de dicho templo, podíamos ver casas
con el estilo típico cachemirí.
En cierto modo, me recordó un poco a la arquitectura newar, muy típica del Valle de Katmandú (Nepal) |
El Santuario del Rozabal
De unas dimensiones pequeñas, se
cuenta que en este santuario está enterrado Jesucristo. Lógicamente, todo esto
es una teoría y dudo que pueda tener alguna credibilidad. Cuando llegamos estaba
cerrado pero lo que nos llamó la atención fue que no se podían sacar fotos
incluso desde el exterior.
Cuanto menos, curioso un cartel que diga que no se puedan sacar fotos desde la misma calle. |
Pasear por Srinagar
Quizá no sea la ciudad más
hermosa para pasear pero en ella podremos ver una cultura totalmente distintas
a la nuestra y por tanto, disfrutar (y aprender) un poco de sus tradiciones. La
arquitectura me pareció muy interensante. En algunos lugares, con mucha
similitud a la que nos podríamos encontrar en algunos lugares de Nepal como
Katmandú y especialmente Baktaphur.
El paseo que bordea una parte del
lago (Boulevard Road), es muy bonito también. Quizá el único handicap es que
cada vez que nos acerquemos a un embarcadero (ghat), nos “asaltarán” varios
remeros ofreciendonos sus servicios y precios para navegar un rato por el Lago
Dal.
En Boulevard Road, hay una gran concentración de houseboats, que tal vez hace que la estancia pueda ser algo agobiante. De ahí, nuestra decisión de coger un houseboat algo más alejado del meollo |
Y aquí termina mi crónica de esta
ciudad y especialmente, de sus alrededores. Una tierra, entre las más
militarizadas del mundo, pero que sin duda cautivará al viajero por su belleza
natural.
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