Khiva (o Jiba) es una de esas localidades
consideradas como ciudades-museos. Y bien que merece ese nombre. Pasear por
esta población nos hace retroceder en el tiempo, con una arquitectura islámica
con una gran cantidad de madrasas (escuelas islámicas) que en la actualidad,
sirven de tiendas y museos, y además, si encima tenemos en cuenta que las
viviendas son de ádobe y por tanto, con una sensación de ancladas en el tiempo,
hace merecedora de una visita.
Sin duda, la gran reconstrucción
y conservación que ha tenido esta ciudad, ha permitido que sirva como referente
para otras ciudades y que gran parte del dinero procedente del turismo, se
reinvierta en preservar los innumerables edificios históricos que contiene esta
ciudad.
La parte vieja de Khiva, llamada Ichon
Qala, se puede considerar como una ciudad dentro de otra ciudad, es decir, una
ciudadela. Y por tanto, todo ese embrujo lo tendrá dentro de sus murallas. De
hecho, la ciudad ofrece poco a las afueras del recinto amurallado. Quizá una
visita al mercado que se realiza justo a los alrededores de la muralla, resulta
muy interesante (ver más abajo).