Myanmar, la
antigua Birmania, está llamada a ser uno de los puntos de referencia en los
próximos años en lo que respecta al Sureste Asiático. Su tímida apertura al
exterior con un proceso de democratización por medio, el aumento de conexiones
aéreas y también, una mejoría en lo referente a la obtención de visados para
entrar a este país, está convirtiendo que cada vez más gente se atreva a
visitar este país.
Además, este
país, tiene unos componentes históricos y culturales muy interesantes y que no
se dan en otros países de la zona. Así, por ejemplo perteneció al llamado Raj Británico (el Imperio Británico del Indostán) y hace que parte de sus
tradiciones, se asemejen más a las británicas que la gran mayoría de las otras
naciones, de estilo francés.
Ese hermetismo
que ha tenido Myanmar durante años ha permitido que la gran mayoría de sus
monumentos, la mayoría de ellos enfocados al budismo, sean desconocidos por el
resto del mundo y aquí, se debe llegar siempre a un consenso en el sentido de
llegar al punto medio, es decir, de dar a conocer un lugar pero sin sufrir un
crecimiento exponencial de turistas año tras año.