Bagan, y especialmente sus cientos de templos, es uno de esos lugares que hay que ver en la vida. A la espera de ser declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, el conjunto arquitectónico que contemplamos ante nuestro ojos, será muy difícil de olvidar y hará que que nos sintamos afortunados de ver imágenes tan hermosas.
De todos los
lugares que mi esposa y yo hemos visto en el Sureste Asiático es, quizá junto con Angkor Wat, el que más nos ha impactado. Si a todo ello se le une una inmensa
pradera donde se encuentran dichos templos, que da una sensación de infinito y
libertad, junto con una gentileza
impresionante como demuestran los birmanos, hace que sea un destino con una
simbiosis perfecta.
COMO LLEGAR A BAGAN
Hay varias
opciones para llegar a Bagan. Si se dispone de poco tiempo, la mejor opción es
coger un avión. Las distancias entre las principales ciudades turísticas de
Myanmar, no son muy grandes y las frecuencias son relativamente buenas,
especialmente con Mandalay y Heho (la ciudad más cercana al Lago Inke). El
aeropuerto de Bagan, en sí, no existe. Hay que buscar por Nyaung-U y se
encuentra a unos 20 minutos de Bagan y donde se concentra la gran mayoría de
hoteles de dicha zona.
Al viajar en avión, conviene estar muy atento a la ventanilla ya que desde allí se pueden conseguir panorámicas muy interesantes de dicho conjunto arquitectónico.
Al viajar en avión, conviene estar muy atento a la ventanilla ya que desde allí se pueden conseguir panorámicas muy interesantes de dicho conjunto arquitectónico.
Vistas de algunos templos desde el avión |
El coqueto aeropuerto de Nyaung |
DONDE ALOJARSE
La oferta
hotelera en Bagan es grande y va desde buenos resorts a simples pensiones. Hay
que tener en cuenta que los días en Myanmar, prácticamente todos, suelen ser
muy calurosos y con una gran humedad. Si a eso le añadimos que al visitar los
templos, entre sí, no están pegados e independientemente de que nos traslademos
con coche, bicicleta o ciclomotor, al escalar los templos, sudaremos y nos
cansaremos bastante, el alojamiento desempeña un papel fundamental que una gran
mayoría de personas, antes las peores horas del sol, querrán ir al hotel a
descansar para posteriormente, volver a salir y ver el atardecer.
Booking.com
Mi mujer y yo
nos quedamos en el Hotel Zfreeti y sinceramente, buena una gran elección ya que era
limpio, tenía una piscina con la que saciar nuestro calor y relajarnos del
cansancio y también, la comida era buena. Es de esos hoteles que realmente
puedes hacer todo ahí, comer, descansar, relajarte, dormir, etc.
Justo detrás de dicho hotel, había una gran cantidad de restaurantes pero preferimos comer en dicho hotel por su buena relación calidad/precio. Lo que hacíamos después de cenar, era pasear por dichas calles y ver un poco el ambiente.
La piscina de dicho hotel, un refugio a las horas fuertes de calor |
Este plato costaba unos cinco euros, muy económico y exquisito |
Justo detrás de dicho hotel, había una gran cantidad de restaurantes pero preferimos comer en dicho hotel por su buena relación calidad/precio. Lo que hacíamos después de cenar, era pasear por dichas calles y ver un poco el ambiente.
Asimismo,
justamente enfrente de dicho hotel, había un puesto donde se alquilaban
bicicletas normales y eléctricas. Yo recomiendo estas últimas ya que el calor
es infernal y si cogemos una normal y tenemos que pedalear, seguro que muy
lejos no se llega. Por su parte, las bicicletas eléctricas son similares en
forma y volumen a un ciclomotor y es muy fácil de aprender a usar. El coste del
alquiler diario era de siete dólares y uno la podía coger por la mañana, volver
al hotel a descansar y volver a cogerla por la tarde. Además, desde primera
hora de la mañana, a las seis, ya se podía coger la bici ya que lo bonito de
los templos de Bagan, era ver el amanecer.
DONDE COMER
El entorno de Bagan, al ser un
sitio turístico, nos sorprendió muy positivamente la oferta gastronómica que
había, especialmente en Nyaung, justo un poco antes del inicio de los templos, era
bastante buena y había precios de todo tipo aunque es de reconocer, que no
había restaurantes de lujo sino más bien en un aspecto mochilero. Más bien, podríamos decir, de los típicos restaurantes
que se ven en el sureste asiático.
QUE VER EN BAGAN
Los Templos
Los Templos
Oficialmente, en
Bagan hay 4.000 templos. Está claro que toda esa cifra no van a ser moles
impresionantes con una gran altura pero si podríamos decir perfectamente que
templos que destaquen por su magnificencia y grandeza, bien visibles especialmente
en un amanecer, puede haber fácilmente unos 100.
Está claro que
hay que filtrar un poco y algunos de los más importantes a visitar lo podemos encontrar en el siguiente vínculo de la Wikipedia aunque la estrategia, para no agobiarnos mucho es dejarse ir y no encapricharnos con dicha lista ya que durante el paseo, los iremos viendo.
Ver toda esta maravilla tiene su precio y es de 15 dólares. La forma de pagarlo, al menos en nuestro caso, fue en el aeropuerto de Nyaung (el más cercano a Bagan). Allí, al salir de la puerta de embarque había una mesa y enseguida nos hicieron pasar por caja. En el fondo, uno va a ese aeropuerto a ver Bagan. Dicho ticket (válido por una semana) lo llevamos consigo mismo todos los días pero en ningún momento vimos revisores que nos lo pidiera.
Las horas puntas son el atardecer y el amanecer. Durante el resto de las horas, el sol es abrasivo (más de 35 grados), lo cual hace que mucha gente busque refugio en el hotel o algún restaurante. No obstante, si uno es muy aficionado a la fotografía puede aprovechar esas horas para hacer fotos en el interior de los templos ya que muchos de ellos contienen imágenes de Buda o las paredes están gravadas.
Algunas fotos de interiores de templos:
Asimismo, alrededor de los principales templos habían mercadillos tradicionales. Lógicamente, aquí uno tiene que estar preparado para regatear y como he contado en algunos posts anteriores, si bien dicho arte debe tener su estrategia, tampoco hay que llegar a unos niveles extremos de mezquindad y debemos pensar que para nosotros un regateo de un euro o 50 cts. no nos afectará en nuestro viaje, pero para el vendedor, tal vez sea su presupuesto diario de comida o pagarle al hijo algún cuaderno para la escuela.
En la visita de los templos, se nos irá la gran mayoría del tiempo en Bagan. Mi mujer y yo estuvimos cuatro días y sinceramente, me hubiera quedado algunos más. Es uno de esos lugares que más me ha gustado en la vida, situándolo por encima de lugares como el Machu Picchu. Para nosotros es una atracción a ver pero para los nativos, son lugares de culto y por tanto por dicha zona veremos muchas escenas de la vida normal de los birmanos. Además, para entrar o subir a los templos, hay que descalzarse (no es necesario quitarse los calcetines).
Si se dispone de mucho dinero, se puede ver los templos desde un globo aerostático. El precio ronda sobre los 300 euros por persona.
La localidad de Nyaung
Esta localidad está justo a unos pocos kilómetros de Bagan. De hecho, si alguien ha estado en Angkor Wat, sabe que éste es el lugar a visitar pero Siem Reap es la localidad donde están todos los hoteles.
Su visita es muy recomendable ya que aparte de tener una gran pagoda que posteriormente comentaré, sirve para ver un poco la forma de vida de los birmanos, en lo que primero nos llama la atención es ese tipo de falta que llevan los hombres llamada longyi.
Como en cualquier localidad del sureste asíatico, la visita a su mercado es obligatoria ya que aparte de ver un poco la idiosincrasia de un pueblo, también nos sirve para ver productos culinarios que solo se ven en esas latitudes .
Y sin duda, no puede faltar en esta localidad una visita a la Pagoda Shwezigon, de un color oro intenso y con una hermosa luz durante el orto y el ocaso. Su construcción data del año 1102.
La visita de Nyaung se puede realizar perfectamente en una mañana y por todo lo comentado anteriormente, merece mucho la pena. Aunque estemos a unos pocos kilómetros del principal reclamo turístico de este país, nos dará la sensación de estar en la Myanmar profunda.
Y aquí termina mi post sobre este hermoso lugar, uno de esos lugares que no se puede perder uno en la vida. En mi próximo artículo sobre Myanmar, hablaré de la mítica ciudad de Mandalay.
Ver toda esta maravilla tiene su precio y es de 15 dólares. La forma de pagarlo, al menos en nuestro caso, fue en el aeropuerto de Nyaung (el más cercano a Bagan). Allí, al salir de la puerta de embarque había una mesa y enseguida nos hicieron pasar por caja. En el fondo, uno va a ese aeropuerto a ver Bagan. Dicho ticket (válido por una semana) lo llevamos consigo mismo todos los días pero en ningún momento vimos revisores que nos lo pidiera.
Las horas puntas son el atardecer y el amanecer. Durante el resto de las horas, el sol es abrasivo (más de 35 grados), lo cual hace que mucha gente busque refugio en el hotel o algún restaurante. No obstante, si uno es muy aficionado a la fotografía puede aprovechar esas horas para hacer fotos en el interior de los templos ya que muchos de ellos contienen imágenes de Buda o las paredes están gravadas.
Hermosos atardeceres y amaneceres |
Y tras el fin del orto y ocaso, desbandada de todos... |
Algunas fotos de interiores de templos:
Asimismo, alrededor de los principales templos habían mercadillos tradicionales. Lógicamente, aquí uno tiene que estar preparado para regatear y como he contado en algunos posts anteriores, si bien dicho arte debe tener su estrategia, tampoco hay que llegar a unos niveles extremos de mezquindad y debemos pensar que para nosotros un regateo de un euro o 50 cts. no nos afectará en nuestro viaje, pero para el vendedor, tal vez sea su presupuesto diario de comida o pagarle al hijo algún cuaderno para la escuela.
En la visita de los templos, se nos irá la gran mayoría del tiempo en Bagan. Mi mujer y yo estuvimos cuatro días y sinceramente, me hubiera quedado algunos más. Es uno de esos lugares que más me ha gustado en la vida, situándolo por encima de lugares como el Machu Picchu. Para nosotros es una atracción a ver pero para los nativos, son lugares de culto y por tanto por dicha zona veremos muchas escenas de la vida normal de los birmanos. Además, para entrar o subir a los templos, hay que descalzarse (no es necesario quitarse los calcetines).
Si se dispone de mucho dinero, se puede ver los templos desde un globo aerostático. El precio ronda sobre los 300 euros por persona.
La localidad de Nyaung
Esta localidad está justo a unos pocos kilómetros de Bagan. De hecho, si alguien ha estado en Angkor Wat, sabe que éste es el lugar a visitar pero Siem Reap es la localidad donde están todos los hoteles.
Su visita es muy recomendable ya que aparte de tener una gran pagoda que posteriormente comentaré, sirve para ver un poco la forma de vida de los birmanos, en lo que primero nos llama la atención es ese tipo de falta que llevan los hombres llamada longyi.
Como en cualquier localidad del sureste asíatico, la visita a su mercado es obligatoria ya que aparte de ver un poco la idiosincrasia de un pueblo, también nos sirve para ver productos culinarios que solo se ven en esas latitudes .
Y sin duda, no puede faltar en esta localidad una visita a la Pagoda Shwezigon, de un color oro intenso y con una hermosa luz durante el orto y el ocaso. Su construcción data del año 1102.
La visita de Nyaung se puede realizar perfectamente en una mañana y por todo lo comentado anteriormente, merece mucho la pena. Aunque estemos a unos pocos kilómetros del principal reclamo turístico de este país, nos dará la sensación de estar en la Myanmar profunda.
Y aquí termina mi post sobre este hermoso lugar, uno de esos lugares que no se puede perder uno en la vida. En mi próximo artículo sobre Myanmar, hablaré de la mítica ciudad de Mandalay.
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