Lo de utilizar
una ciudad con el verbo vender en negativo últimamente lo oímos mucho cuando se
quiere dar un toque de atención a que una ciudad, o no pierda su identidad, o
que una parte de ella, pase a capital privado o extranjero. En el caso de
Venecia, quizá esté ocurriendo ambas cosas y parece que por desgracia, no se
pone remedio, no solo ante la indiferencia de las autoridades locales sino más
bien ante su complacencia.
El primer viaje
que realizamos mi mujer y yo a Venecia fue en 2001 (no es que seamos muy mayores,
sino es que fuimos para allá muy jóvenes). Ya posteriormente, hemos ido cada
dos años aproximadamente (incluido a su famoso carnaval) y tras estar viviendo ahora en India, y
por tanto, al estar "algo" más lejos, nuestra última visita se produjo en mayo de este año
tras cuatro años de ausencia. En total, hemos estado como cinco veces, con un
cálculo aproximado de 30 días de estancia.
Por tanto, podemos decir que conocemos bien Venecia pero el motivo de este post, no es hablar de lo que hay que ver en ella, que ya lo hice, sino más bien el hacer una crítica de muchas cosas que hemos visto y que por desgracia, sino se pone remedio, esta hermosa ciudad, se convertirá en un parque de atracciones cuyo único objetivo será el atraer más y más turistas, aún a costa de perder su identidad. Y una ciudad, Patrimonio de la Humanidad como es Venecia, si pierde la identidad, va muriendo poco a poco.
Cuento algunas
cosas que vimos y que sinceramente, me pregunto si son necesarias. Otras que
comentaré, ya es más bien un tema de debate.
INSTALACIÓN DE
BALCONES DE MADERA EN LOS TEJADOS.
Si hay algo por
lo que destaca Venecia es por su impresionante arquitectura. De hecho, el tramo
del Gran Canal, se dice que es la calle más hermosa del mundo. Pues parece
que últimamente se ha puesto de moda el fabricar balcones de madera en algunos
edificios, afeando primeramente dicha construcción y a la ciudad en su
conjunto. Me imagino si tan necesario es el placer individual de unos
residentes o turistas para tomar el sol cuando en Venecia, ya para eso están
las hermosas playas de Lido o porque no, sentarse en las muchas escalinatas que
tiene la ciudad y mirando a los canales.
En esta foto, vemos esas plataformas de metal que sobresalen negativamente del resto de la arquitectura. |
Al final, si eso
no se remedia, padecerá el problema que han tenido muchas ciudades con los
tejados, principalmente con la instalación de antenas parabólicas, como ocurre
con Marrakech, en Marruecos, por ejemplo.
PIRAGUAS POR LOS
CANALES DE VENECIA
Otra cosa que
considero que sobra. Ya para eso están los ríos o incluso la gran laguna de
Venecia. Pero el permitir esto por sus canales, sinceramente me parece ya que
es un poco el tema de la gallinas de oro, dar licencias para cualquier tipo de
servicios con tal de recaudar dinero. Una cosa es que los venecianos puedan navegar con sus barcas porque es como si fuera un coche y otra es esto.
VENTA DE PRODUCTOS
CHINOS IMITANDO AL CRISTAL DE MURANO
Por toda
Venecia, especialmente en las zonas turísticas, han proliferado tiendas que
venden productos de origen chino que simulan totalmente a la centenaria artesanía del cristal
de Murano. Lógicamente, los precios son muchos más bajos e incitan al turista
medio a comprar ahí, con la consiguiente pérdida económica que conlleva y un
peligro para un arte, que ha existido durante cientos de años y que da trabajo
a una gran cantidad de venecianos.
Las réplicas no
se limitan únicamente al preciado cristal sino que también se ha extrapolado a
las famosas máscaras venecianas, donde la diferencia de precios puede ser de
hasta 10 veces menos.
NEFASTO SERVICIO
POLICIAL
El que haya ido
a Venecia en los meses estivales, se habrá dado cuenta la gran cantidad de top
mantas que hay vendiendo cualquier tipo de falsificación, principalmente bolsos
y gafas de sol. Además, precisamente para la venta, no recurren a lugares algo
escondidos sino que principalmente lo hacen por la zona de San Marco, o sea, el
corazón estratégico y turístico de la ciudad.
Pues ahí en
particular, y en Venecia en general, se puede decir que la policía brilla por
su ausencia y se limita más bien a un servicio de información al turista, o
sea, indicar dónde está tal lugar u otro.
La presencia de militares y policías en San Marco es normal pero más bien a un servicio al turista |
Y como en Venecia no hay coches, pues no queda otra que multar a embarcaciones. |
Además, durante
mi última estancia, tuve allá un percance personal. Resulta que mi mujer y yo
cogimos el bus de la línea número 2, la que va de la Estación de Mestre (también llamada la Venecia Continental) a
Venecia. Pues en dicho trayecto me robaron el móvil, que lo tenía en mi
bolsillo. El móvil en si, no era de gran valor, no creo que llegara a 100 euros
pero en él tenía toda la agenda, fotos que había sacado previamente en Corfú,
Albania o Santorini. Es decir, era más importante el valor personal que el
económico.
Al llegar al
destino final del trayecto (la Piazza de Roma de Venecia), veo que en mi
bolsillo no está y miro en la mochila por si acaso me hubiera equivocado de
lugar. Lógicamente, lo primero que hicimos fue dirigirnos a la Policía, los
famosos Carabinieri, en la comisaría principal, que está cerca de dicha
plaza. Ahí, en recepción, había unos cuatro policías y al decirle lo que nos
había pasado, uno nos dijo que la comisaría estaba cerrada y que tendríamos que
volver al día siguiente. O sea, que la comisaría principal de una ciudad tan
turística como Venecia, ¿cierra? La verdad es que pensé que muchas ganas de
trabajar no tenían.
Booking.com
Al día siguiente
regresamos y uno de los policías me dijo que para denunciar un robo de móvil,
tenía que indicar el IMEI , que consiste como en un número de serie que va asociado
a un único móvil (ver más info). O sea, ¿que el policía pretendía que yo en los viajes me
lleve apuntadito en un papel un número de unos 20 dígitos por si me roban el móvil? Al final, tras
insistir pude poner la denuncia pero más bien, con poca fe. Lógicamente, nunca
supe del móvil.
Por tanto, mucho
cuidado si tienen un problema en Italia porque tal vez por parte de la policía,
se verán algo desamparados si tienen un problema de este tipo.
LLEGADA DE
GRANDES BARCOS CRUCEROS
Otro problema
que atañe a Venecia es la llegada de grandes barcos cruceros. Esto en principio,
no debería ser ningún problema, sino más bien todo lo contrario, ya que genera
una gran cantidad de ingresos. El problema es que Venecia se halla en una gran
laguna, con un ecosistema muy frágil y las turbulencias que generan estos
barcos durante su travesía, hace que el fondo marino pueda verse muy
perjudicado y matando vida animal.
Además, siempre se ha dicho que este tipo de turismo, muchas veces no deja prácticamente dinero ya que el régimen de pensión completa dentro de dichas embarcaciones, hace que el turista únicamente prefiera comer en dicho crucero.
El puerto de Venecia, a unos pocos kms de Venecia y dentro de la laguna. |
Un gran crucero visible desde la Plaza de San Marco. |
Además, siempre se ha dicho que este tipo de turismo, muchas veces no deja prácticamente dinero ya que el régimen de pensión completa dentro de dichas embarcaciones, hace que el turista únicamente prefiera comer en dicho crucero.
VENTA DEL
CORAZÓN DE VENECIA
En este
apartado, ya si relativamente nos podríamos acercar al título puesto en este
artículo. Y es que justo al lado del emblemático Puente Rialto, se ha
construido un centro comercial que rompe en parte con la arquitectura que
presenta el Gran Canal. Asimismo, al otro lado de dicho canal, en el Mercado de
Rialto, hay una pintada que dice “Il cuore no se vende”, (el corazón no se
vende), lo cual indica que tal vez esté en mente vender esa superficie mercantil
y de un gran valor sentimental para los venecianos.
Mercado de Rialto con la pintada"Il cuore no se vende" (El corazón no se vende) |
Sin embargo, justo al lado, ya han surgido grandes cafeterías |
Justo a la izquierda, una gran mole que guarda poca sintonía con la arquitectura de Venecia. A la derecha, el hermoso Puente Rialto |
Puestos de frutas en el Mercado de Rialto |
Otra pancarta más contra la venta de dicho mercado |
NO DEJAR NADA A
SALVO
Otra de las
cosas que noté es que se pretende que en Venecia no quede nada libre o virgen de turistas. Hace unos
años, cuando fuimos, había una zona, la Vía Garibaldi que se notaba que el
turismo prácticamente no había llegado allí y daba gusto pasear. Una de las
cosas que más nos gusta a mi y a mi mujer es ver sitios en las ciudades que no
están atestadas de turismo y en el caso de Venecia, era este caso. Una zona
donde viven venecianos y ver imágenes típicas de una ciudad.
Pues bien, esta última vez que fuimos (cuatro años
después de la penúltima), esa calle estaba atiborrada de terrazas y cafeterías
y un horizonte lleno de sombrillas, que desde luego, le había hecho perder todo
el encanto.
La Via Garibaldi, totalmente atestada de terrazas y cafeterías |
Afortunadamente, en las calles perpendiculares, aún existe la Venecia de los lugareños. |
Espero que otras
zonas de la ciudad como Santa Elena o San Pietro di Castelo, no se vean afectadas por
esta "invasión" que sufrió la zona que comento.
VENTA AMBULANTE
La venta
ambulante en Venecia, especialmente en los meses de verano, se ha convertido en
un gran problema ya que a cada momento, nos están ofreciendo productos.
Por un lado, los
top mantas con las gafas y los bolsos que había comentado anteriormente. Luego,
en lugares estratégicos de la ciudad, ofrecen lo que está de moda ahora, los
palos para selfies. Y luego, en la Plaza de San Marco, vendiéndote maíz para
las palomas.
Pero es que los
vendedores no son precisamente de decirle un “no” y que se vayan sino que
además, si pueden molestar con ponerse al lado tuyo cuando otra persona te saca
una foto en San Marco o poniendo el palo del selfie en la trayectoria de una
foto que te estás sacando, también.
La Plaza de San Marco, a veces, parece un mercadillo con tanto puesto y vendedor ambulante. |
Podría contar
más problemas de dicha ciudad y esperemos que sus autoridades, sepan ver los
problemas y vean que tal vez, su gallina de los huevos de oro, Venecia, tiene un
límite.
Estuve en Venecia hace 16 años y ni había cruceros, ni cutres souvenirs, ni chinos, ni piraguas,... he alucinado con las fotos. Estuvimos cinco días caminando entre turistas, algún día las calles más céntricas estaban abarrotadas, pero girabas una esquina y estaba tranquilo. Disfrutamos mucho y no nos sentimos agobiados para nada. Creo que de momento no volveré. Quiero conservar ese recuerdo.
ResponderEliminarSi, nosotros nuestra primera vez fue en 2001, coincidiendo en fechas contigo aproximadamente y en efecto, aquello era totalmente distinto a lo que uno se encuentra ahora. Saludos.
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