Considero que 48 horas, es decir dos días, son más que suficientes para
visitar, conocer y porque no, maravillarse con esta ciudad y que, tras haber
visitado ya todos los países del sureste asiático, puede decirse que esta urbe
tiene un poco de todo lo que nos podremos encontrar en las principales ciudades
de esta zona del mundo, como por ejemplo , su aspecto cosmopolita, mezcla de
cultura, una riqueza y diversidad gastronómica impresionante y una vida en la
calle que parece que no se acaba nunca.
El centro neurálgico de la ciudad en lo referente a los transportes es KL
Sentral, por tanto, desde aquí desde comenzaremos nuestro viaje que tendrá la
siguiente ruta:
BATU CAVES
Estas impresionantes cuevas que sirven para templos hinduistas, se
encuentran casi a las afueras de la ciudad. Lo más recomendable es ir a ellas a
través de la línea roja del sistema de metro KMUTER. Ojo, porque no es lo mismo
que la línea de metro de Kuala Lumpur. Es decir, que aunque sean dos medios de transportes prácticamente
iguales y partan de la misma estación, son dos compañías totalmente distintas.
Es decir, que cuando se esté en KL Sentral, habrá que mirar en los
carteles, desde donde sale dichos trenes. El ticket vale dos RM (aproximadamente unos 45 cts. de euro)
y es un ticket o ficha que tendremos que acercarla a una canceladora tanto al
principio como al final, por tanto, no se deberá perder dicho título de viaje.
Hay que tener mucho cuidado con los horarios porque su frecuencia no es muy
grande que digamos. Más info, aquí
KL Sentral está muy bien señalizada, por tanto, no deberíamos tener problemas |
Metro de la compañía KTM que lleva a Batu Caves |
Al hacer la planificación mi mujer y yo sobre el fin de semana a Kuala
Lumpur, nos habíamos pensado seriamente el no ir a este destino por varios
motivos: estaba a las afueras, con la consiguiente pérdida de tiempo en el
traslado y segundo, que viviendo ahora en India y ser un lugar considerado
como un templo hindú, pues igual no era novedoso lo que veríamos.
Pero todo lo contrario, la visita merece mucho la pena y al final, la parte
de templo hindú queda totalmente atenuada ante la belleza natural que son esas
cuevas. Al llegar a la estación de Batu Caves, (la última de la línea roja KTM
y por tanto, sin posibilidad de pasarnos la estación sin querer), veremos una
serie de templos y dichas cuevas se encuentran como a unos 200 mts.
La entrada es totalmente gratuita a Batu Caves, aunque se agradecen
donativos. Pero para llegar a ver esta belleza, primero hay un pequeño castigo
de subir unos 200 peldaños pero bueno, se va haciendo poco a poco y sin
problemas. Tras llegar al punto más alto veremos la entrada de las cuevas y simple y llanamente, nos quedaremos
atónitos ante semejante capricho de la naturaleza. Tanto en las escaleras como
en el interior, hay que tener muchos cuidado con los monos, deseosos de
cualquier trozo de comida que se puedan echar a la boca, incluso de bebidas
refrescantes, para saciar su sed.
Impresionante el interior de dichas cuevas |
En el interior de las cuevas, hay diversos templos hindúes |
Todas esas escaleras se deberán subir para llegar a las cuevas |
Mucho cuidado con los monos. |
Alrededor de estas cuevas, hay un gran cantidad de tiendas enfocadas
lógicamente a la religión hindú donde se podrá comprar tanto recuerdos de esta
cultura como comida india. Malasia es uno de los lugares más visitados por los
indios y lógicamente, ese tipo de comercios hay muchos en este país.
MERDEKA SQUARE (PLAZA MERDEKA) Y ALREDEDORES
Tras terminar de ver las cuevas y alrededores, cogemos la misma línea de
metro con la que llegamos y en vez de llegar a KL Sentral, nos quedamos un
parada antes, en la estación Kuala Lumpur, que dicho lugar también sirve como
nodo principal ferroviario malasio.
Ya esta estación es bastante llamativa y bonita su arquitectura ya que
claramente se ve que es de estilo colonial británico (de hecho, Malasia fue
colonia suya hasta 1963).
Interior de la estación principal de trenes de KUL |
Tras salir por la puerta principal, veremos más edificios con ese estilo
(como por ejemplo el de la compañía ferroviaria del país) hasta llegar a una
mezquita de construcción relativamente reciente, la Masjid Negara. Sinceramente
para el impresionante arte que muchas veces nos ofrece los edificios musulmanes,
éste más bien era de estilo Le Corbusier. En el fondo, gran parte de Malasia
daba a veces la sensación de dar un mensaje de “progreso sin renunciar a las
tradiciones”.
Ya en dirección norte, llegaremos al verdadero embrión sociocultural de
Kuala Lumpur, la Plaza Merdeka, con forma de extensión de campo de fútbol y rodeada
de muchos edificios de una arquitectura peculiar. Asimismo, alrededor de esta
plaza hay diversos museos totalmente gratuitos como por ejemplo el de los
instrumentos musicales de Malasia o también, el del folclore. La visita a estos museos, los considero
interesantes ya que aparte de conocer un poco más la rica cultura malaya,
también, para que vamos a mentir, sirve un poco de alivio al calor, gracias al
aire acondicionado interior, que suele sufrir estas latitudes.
El gran mástil de la Plaza Merdeka y lugar donde se izó por primera vez la bandera malasia tras la independencia |
La Plaza Merdeka |
Interior del Museo de los Instrumentos Musicales de Malasia |
Interior del Museo del Folclore de Malasia |
En esta misma plaza, se encuentra también el Edificio Abdul Salad, con un
estilo ya más propio de la religión musulmana. Realmente, conviene mucho
deleitarse con dicho edificio así como con todo el contorno de esta plaza.
En uno de los laterales de la plaza, nos llamará la atención unas casas de estilo holandés y que actualmente es el Club Royal Selangor. No es nada descabellado esta arquitectura por esta zona ya que parte de Malasia y, especialmente, Indonesia perteneció a Holanda hasta hace bien poco relativamente.
Y ya en el extremo de dicha plaza, la Catedral de la Virgen María
(Cathedral of Saint Mary The Virgin), con una clara forma de iglesia de estilo
británico.
El conjunto de la plaza merece mucho la pena deleitarse observándolo ya que
en el fondo, en esa pequeña área podemos ver un poco la historia de Malasia así
como su impresionante riqueza y variedad étnica, tanto en sus museos temáticos
que comenté como en el aspecto religioso al haber una iglesia y una mezquita a
unos pocos metros.
Como había comentado en mi primer post, Malasia es un país barato y una
prueba de ello es por ejemplo esta foto que le saqué a un restaurante que había
justo al lado del Museo de los Instrumentos Musicales. Su precio viene en
ringgit y para pasarlos a euros, de forma rápida, habría que dividir entre
cinco. Viendo ese cartel, uno pensaba que probablemente esos precios serían
para un lugar muy turístico en España pero en euros.
Precios en la moneda local. Para pasar a euros de forma rápida, dividir entre 5. O sea, precios mucho más baratos que en España |
TORRES PETRONAS.
Tras terminar de ver todos este maravilloso entorno, mi mujer y yo
decidimos ir al que se puede considerar que es el emblema que dio fama a esta
ciudad, las famosas y archiconocidas Torres Petronas.
Para ello, lo mejor desde Merdeka Square, es coger el metro en la estación
Masjid Jasmek, a unos 8 minutos caminando. Cogemos la línea naranja (Kelaya
Jana Line, más info aquí) en dirección
Gompa y nos paramos en la estación KLCC (la correspondiente a Las Torres Petronas).
Pues sinceramente, dichas torres impresionan, tanto en su altura como en su
belleza y conviene estar un rato deleitándose. Se puede acceder al mirador que
tiene pero las entradas son muy limitadas y se suelen agotar a los pocos
minutos de abrir la taquilla, especialmente si es un fin de semana aunque se
pueden comprar por Internet pero bueno, no estaba entre nuestro objetivo su
visita al interior. Si desea comprar una entrada online, aquí tiene más información.
Justo en la base de dichas torres, existe un gran centro comercial donde se
puede encontrar absolutamente de todo, incluido una gran oferta gastronómica
para todos los precios.
Interior del centro comercial que está en la base de las dos Torres Petronas |
Las Torres Petronas merecen mucho la pena verlas tanto de día como de
noche, que es lo que hicimos nosotros.
Fotos de día:
Fotos de día:
ZONA DE BUKIT BINTANG
Ahora mismo una de las zonas de moda para cenar en Kuala Lumpur es la zona
de Bukit Bintang y especialmente la calle Alor (Alor Jalan). Si viniéramos desde las Torres Petronas, la
mejor manera de llegar no es muy cómoda que digamos ya que tendríamos que ir a
coger el metro en la estación Menara Berkembar Petronas, que se encuentra a un
kilómetro de las famosas torres y coger la línea verde del tren y pararnos en
la estación de Imbi. Aquí tiene la ruta en Google Maps.
Otra opción es cogiendo un taxi, que si al taxista le apetece poner el taxímetro
saldría como 2 euros el trayecto pero como indiqué en mi primer post, suelen ser
bastante reacios pero pese a todo, no pedirán más de 20 RM (un poco menos de
cinco euros), así que si son varias personas o se viaja con niños, no es una
idea tampoco tan descabellada.
La calle Alor, está totalmente repleto de restaurantes con terrazas al aire
libre. Predominan los restaurantes chinos aunque también hay gastronomía de
países del sureste asiático como, lógicamente la malaya, pero también la
camboyana, tailandesa y en menor medida, la vietnamita.
La comida, al igual que en el resto de la ciudad, bastante barata. Dos
personas pueden quedar perfectamente saciadas por uno 10-12 euros con bebida
(la famosa cerveza Tiger por ejemplo) incluida.
Tengan o no tengan como objetivo comer allí, es una visita muy recomendable
pasar por dicha calle.
En esta zona, si uno es un fan de la electrónica y de sus últimas
novedades, tiene una parada inexcusable en el
Centro Comercial Low Yat. Son siete plantas donde uno puede encontrar
absolutamente de todo y probablemente antes de que llegue a Europa. De todas
formas, esta quizá sea la zona donde más centros comerciales haya en Kuala
Lumpur y en este link,
tiene una lista de ellos.
PETALING (BARRIO CHINO) Y ALREDEDORES
Todo lo que comenté anteriormente, se puede hacer perfectamente en un día,
a un ritmo tranquilo y sin prisas.
Otra de las visitas recomendables que hay que hacer en esta ciudad es a su
barrio chino, Petaling. Aunque hablar de barrio chino en una ciudad donde una
gran población es china y vive dispersa a lo largo de la ciudad, tal vez pueda
resultar un poco contradictorio pero en los alrededores de la calle Petaling,
se concentra lo más característico.
Realmente es una calle enfocada al comercio y está repleta de puestos ambulantes
con un gran parasol a lo largo de toda la calle, lo cual, habiendo el sol y
calor tan normal en esta ciudad, pues se agradece. Hay que tener en cuenta que
la gran mayoría de lo que se expone en esta zona a la venta, es de
falsificación y por tanto, no piensen que los precios bajos a la que se vende
la mercancía es porque es de liquidación o un outlet.
En la zona, lógicamente, también hay bastantes restaurantes chinos pero la
verdad es que al verlos un poco por dentro, o sus misas terrazas, daba un poco
de miedo el entrar por la escasa salubridad. Si quieren comer de forma
tranquila y a buen precio, pueden recurrir al Hotel Swiss
Inn Chinatown, que no está nada mal en calidad y precio.
A unos 300 mts de Petaling, se encuentra otro lugar muy frecuentado de
compras, Central Market y de una arquitectura eminentemente europea. Aquí, las
compras ya están más enfocadas a productos típicos del país. También, al ser un
lugar cerrado, está bastante bien para huir del calor de la calle.
Terraza exterior del Hotel Swiss Inn, uno de los pocos lugares que vi con una cierta higiene y salubridad en Chinatown |
Y aquí termina nuestra crónica de esta ciudad, bastante recomendable de
conocerla si se tiene la posibilidad de hacer escala en ella y que por nuestra
parte, por su situación estratégica de
hub aéreo del sureste asiático, seguro que volveremos a visitarla.
This is so inspiring! I love the post:)
ResponderEliminarirenethayer.com