Y por fin llegamos a la capital de Egipto, El Cairo. Nuestra decisión de dejar dicha ciudad para el final del viaje, creo que fue acertada. Haberla tomado como primera parada, tal vez nos hubiera agobiado mucho y desanimado bastante el caos y el desorden que impera en muchos aspectos en este país.
El Cairo es una inmensa ciudad que hay que dedicarle varios días ya que tiene una gran cantidad de lugares a visitar y las distancias entre éstos, a veces es de decenas de kilómetros. Si a eso le unimos el tráfico automovilístico que hay, pues el tiempo de traslado, aumenta considerablemente.
En este primer post, hablaremos de generalidades y consejos de la ciudad así como de algunos monumentos de arquitectura islámica.