Realmente, y para el reducido tamaño de la isla de Gulangyu, de tan solo unos dos kilómetros cuadrados, llama mucho la atención la gran cantidad de lugares a ver y también, esa preciosa sintonía y armonía entre arquitectura occidental, china y parajes naturales.
Quizá, en este segundo post, y caminando gran parte a través de su costa, nos daremos cuenta de ello.