martes, 14 de diciembre de 2021

Escapadas en China (XIX). Qué ver en Xi'an (2º parte).

En este segundo post que dedicamos a la ciudad de Xi’an, veremos el gran crisol que conforma esta urbe en muchos de sus aspectos. El haber sido destino final (o inicial) de la antigua Ruta de la Seda, ha forjado esa multiculturalidad que podemos ver en esta ciudad, teniendo una gran importancia la religión musulmana, con su gran barrio y en lo referente al turismo, su variada gastronomía, gran parte de ella, expuesta en mercadillos callejeros.

También, obviamente, hay espacio para las distintas religiones que predominan actualmente China, como el budismo. Y finalmente, también tendremos la posibilidad de visitar una iglesia católica que, en la gran mayoría de las principales urbes chinas, es muy fácil de encontrarse un templo de esta creencia religiosa.



Recordemos que en nuestro primer post de los principales lugares a ver en Xi’an, nos habíamos quedado en la Torre del Tambor. A unas pocas decenas de metros de ese monumento, empezamos nuestra crónica y se sugiere la siguiente ruta:

Barrio Musulmán

Sin duda alguna, es quizá el gran punto social y gastronómico de la ciudad. Independientemente de la hora que nos pasemos, siempre habrá un gran gentío degustando los innumerables puestos callejeros de comida, que, si bien su principal temática es la comida musulmana, principalmente pinchos de carne y pan, también hay una gran variedad de comida china y, últimamente, también bebidas de moda en la juventud, tales como batidos, té, etc..








Las calles más próximas a la Torre del Tambor, como Beiyuanmen, quizá sean las más turísticas y en el caso de China, muchas veces eso significa lo más artificial. Pero bueno, forma parte del espectáculo, por así decirlo. En esta calle, al principio, hay una entrada a un mercado donde podremos comprar algún suvenir. 





En esta zona, se encuentra la gran mezquita de Xi’an, pero por restricciones de la pandemia, se encontraba cerrada

Quizá es mejor ya adentrarse en el interior de dicho barrio, como por ejemplo la Calle Xicang y alrededores (segundo punto señalado en el mapa superior). En esas vías, ya totalmente sin turistas, se respira un ambiente más real e incluso alguna pequeña mezquita, que se puede visitar, a diferencia de la gran mezquita, que comentamos anteriormente.







Templo del Dios 

Otra visita muy recomendable y prácticamente al lado del anterior lugar comentado.

El Templo de Dios (o Du City God Temple), al ser de los dos únicos templos taoístas que quedan en el centro de Xi'an, ha sido catalogado como un sitio histórico y cultural clave bajo protección estatal. Con una historia de más de 600 años, el templo sigue siendo un sitio magnífico en la actualidad.

Construido por primera vez en 1387 bajo el reinado del emperador Hongwu en la dinastía Ming en la calle Jiuyao dentro de la puerta este de la muralla de la ciudad., el templo fue reconstruido en su ubicación actual en 1432 durante el reinado del emperador Ming, Xuande. Siendo uno de los tres templos de dioses de la ciudad capital más grandes de China en ese momento, el Templo de Dios de la ciudad de Xi'an, también conocido como Templo de Dios de la ciudad capital, ejercía control sobre todos los templos de dioses de la ciudad en las provincias del noroeste de China.





Originalmente, el templo era muy grande e incluía una sala principal, una sala para dormir, salas subordinadas, el Edificio de Música y Danza y un arco conmemorativo. Con el paso del tiempo, solo queda la sala que fue reconstruida en 1723, bajo el reinado del emperador Yongzheng en la dinastía Qing (1644-1911).

El Templo del Dios de la ciudad de Xi'an de hoy consiste principalmente en el arco, el Pabellón del Dios de la Literatura, la Puerta de la Etiqueta, el Año del Salón del Nacimiento, el Salón Ancestral de la Lealtad y Piedad Filial, el Edificio de Música y Danza, el Salón de Dios del Fuego, el Salón de la Reina del Cielo y el Salón del Dios de la Ciudad.





Asimismo, a la entrada de dicho templo, por la Avenida Xida, al pasar el gran arco, hay una pequeña calle donde podrá comprar objetos religiosos y también souvenirs artísticos. Mi esposa y yo, que vivimos en Pekín, pudimos notar que en este templo, los precios eran muy inferiores a los de la capital china para el mismo tipo de objetos.





El horario de visita del complejo, es de 9:00 a 16:30 y el precio de la entrada es gratuito.

Catedral de San Francisco

Caminando unos pocos metros desde el hermoso templo anterior, tenemos la bella Catedral de San Francisco, que sirve de sede de la Archidiócesis Católica Roma de Xi’an.

Fue construida en 1716, ampliada en 1884, cerrada temporalmente a la fuerza por los comunistas, durante la nefasta Revolución Cultural, en 1966 y reabierta en 1980. Los jardines son actualmente la ubicación para el Centro de Caridad Río Amarillo. Fundado en diciembre de 2005 fue el primer comedor de beneficencia para las personas sin hogar establecido en China.





Cuando mi esposa y yo fuimos a visitarla, desgraciadamente se encontraba cerrada. Adjunto una foto con el horario aunque hay que decir que desde el inicio de la pandemia, muchos templos de las consideradas religiones “extranjeras” (como mezquitas e iglesias), están cerradas. No ocurre con las religiones tradicionales de China, donde incluso es frecuente ver un gran gentío agolpado. Sin duda, la pandemia ha sido usada por las autoridades chinas para tener cerrados muchos templos de religiones “no chinas”.



Gran Pagoda del ganso salvaje

Este hermoso complejo no está en el mapa puesto inicialmente ya que se encuentra algo lejos de los anteriores lugares y ponerlo, significaría desvariar un poco el mapa. 

Se encuentra situado al sur de la ciudad amurallada y, quizá, lo mejor sea coger un taxi para llegar a él. Aquí está la ubicación aproximada (en Google Earth).

Fue construida durante la dinastía Tang en el año 648. El propósito de su construcción fue el de albergar una serie de escritos budistas que trajo consigo el monje Xuanzang después de un viaje a la India.


En poco tiempo, la pagoda se convirtió en el centro de traducción más importante de textos budistas. Sirvió también para sistematizar las doctrinas budistas en el país ya que, aunque esta religión había penetrado en China seis siglos antes, no existían textos correctamente traducidos de sus doctrinas.


La pagoda original constaba de cinco pisos. Dada la dificultad de encontrar materiales sólidos como la piedra, se construyó con barro, reforzado en algunos puntos con ladrillos. La estructura era demasiado débil y se derrumbó al poco tiempo de su construcción.





Entre los años 701 y 704, la pagoda se reconstruyó por orden de la emperatriz Wu Zetian. Se añadieron cinco pisos más a la torre original. Por desgracia, guerras posteriores dañaron la pagoda y se redujo su tamaño a los siete pisos actuales, con una altura total de 64 metros.




Tiene una forma piramidal y su ascenso se realiza por escaleras de madera. En la antigüedad se inscribían en su interior los nombres de todos aquellos que pasaban los exámenes imperiales que les convertían en oficiales. Esta tradición se mantuvo durante las dinastías Ming y Qing.

En uno de los edificios que conforman dicho complejo, hay una exposición de arte chino muy interesante de ver.





El horario de apertura de este complejo, es de 8:00 a 17:00 y el precio de la entrada, es de 40 yuanes (unos cinco euros). Si se desea subir a lo alto de la pagoda, hay que pagar un extra de 25 yuanes (unos tres euros).

Muy cerca de dicho lugar, se encuentra el Museo de Historia de Shaanxi (la región de cuya capital es Xi’an). Desgraciadamente, cuando fuimos (mayo 2021), se encontraba en obras y no pudimos visitarlo.

Y aquí termina nuestra crónica sobre esta histórica ciudad, imperdible en una visita a China.

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