lunes, 14 de febrero de 2022

Escapadas en China (XXII). Dunhuang.

En nuestra última visita a la región de Gansu, no podría faltar una de las ciudades más emblemáticas y con un gran legado cultural e histórico como es Dunhuang.

Dunhuang tiene varias peculiaridades y una de ellas, y que hace que salga en los medios de comunicación cada cierto tiempo, es que está totalmente enclavada en medio del desierto y son frecuentes las tormentas de arena, que hace que embulla totalmente a la ciudad durante unos días. No obstante, a fin de evitar estas desgracias, el gobierno chino lucha actualmente contra esta desertización rodeando la ciudad de árboles, que se ha visto en parte que ha sido eficaz.

Pero aparte de esta anécdota de los caprichos de la naturaleza, Dunhuang es una ciudad pequeña para los estándares chinos, con una población de 200.000 habitantes. Eso, para este país con innumerables ciudades por encima de los cinco millones de habitantes, hace que se convierta en un pequeño remanso de paz en muchos sentidos, y ya no solo disfrutamos los lugares que comentamos, sino que también pasear por ella, daba una sensación de desasosiego y tranquilidad.


UBICACIÓN

Dunhuang está situada al norte de la región de Gansu y es en muchos aspectos, el inicio de la Ruta de la Seda en China. En sus alrededores, se encuentran las primeras puertas (que hacían funciones de aduanas y fortalezas militares), que servía de protección a las caravanas que comerciaban en dicha ruta histórica.



Su ubicación, distantes de muchos puntos, le ha hecho mantener una cierta tranquilidad, solamente interrumpida ante los numerosos grupos de turistas para visitar sus principales lugares.

CÓMO LLEGAR

La lejanía de este lugar hace que incluso llegando por el maravilloso sistema de trenes rápidos con que cuenta la red ferroviaria china, hace que las seis horas de travesía, no nos la quite nadie. Y no siempre está operativo dicho servicio, estando gran parte del duro invierno, o suspendido desde muchas ciudades o con frecuencias mínimas.

La ciudad de Dunhuang desde los aires, literalmente
en medio de la nada



Quizá, la mejor opción sea llegando en avión a su pequeño aeropuerto. Normalmente, los vuelos directos desde Pekín suelen ser a veces algo caro, sobrepasando muchas veces los 300 euros ida y vuelta, para una duración de vuelo de tres horas. Aparte, que prácticamente suele haber uno o, como mucho, dos vuelos diarios. 

Una opción, si se proviene desde la capital china u otra ciudad importante (como Shanghai), podría ser realizando una escala en Lanzhou, visitar esta ciudad (fácilmente se puede ver sus principales lugares en un día, como comenté en un post anterior) y desde ahí, ir a Dunhuang, tras una duración de vuelo de cerca de dos horas, lo cual indica ya la lejanía de dicha urbe. En este caso, el trayecto se puede encontrar muchas veces por unos 40 euros y con numerosas frecuencias.



Otro lugar, y muy turístico, desde donde hay numerosos vuelos, es desde la ciudad de Xi’an, famosa por los Guerreros de Terracota (ver post sobre esta ciudad). La duración del vuelo, es de dos horas y media y se puede encontrar billetes por 100 euros por trayecto, en este caso.

El aeropuerto de Dunhuang es relativamente pequeño y se ve mucha decoración enfocada a la Ruta de la Seda, su principal atracción.








Está relativamente cerca del casco urbano de la ciudad, a unos pocos kilómetros y una carrera entre ambos puntos, no debería costar más de 30 yuanes (unos cuatro euros).

CUANDO IR

Hay que tener en cuenta que Dunhuang, sufre temperaturas extremas tanto en verano como en invierno. Así, durante enero y febrero, las máximas no suelen superar los cero grados, bajando fácilmente hasta los 15 o 20 bajo cero. Y en los meses de verano, puede llegar fácilmente a los cuarenta grados.

Indicar que las principales atracciones de Dunhuang son al aire libre y por tanto, la elección de la época a ir es importante. Mi esposa y yo, por ejemplo, fuimos a finales de mayo (año 2021) y, literalmente, de doce del mediodía a cuatro de la tarde, era imposibles estar en la calle del calor que había, perfectamente por encima de los 30 grados a muchas horas del día. Ya, a la tarde, y teniendo en cuenta que esta ciudad está engullida por el desierto, las temperaturas empezaban a refrescar.

Por tanto, es un tema muy importante a la hora de planificar un viaje a Dunhuang.

DÓNDE ALOJARSE

Dunhuang es una urbe que ofrece una serie de lugares que, pese a la lejanía de dicha ciudad con respecto a otras urbes turísticas chinas, siempre queda imborrable en el recuerdo por sus peculiaridades. De ahí que, pese a su escasa población fija de 200.000 habitantes, todos los días reciba mucha gente y haya que tenerlo en cuenta en la oferta hotelera.

Hay muchos grandes hoteles enfocados a los grandes grupos de turistas chinos que, si se desea tranquilidad, habría que evitar.

Mi esposa y yo tuvimos la suerte de encontrar un hotel justo al lado del mercado nocturno, que es un buen lugar para pasear ya de noche, como comentaré más abajo.

Concretamente, el hotel se llama Bohui Wenhua y lo recomendamos bastante. 






Las habitaciones, con aire acondicionado, tenían como fondo las grandes dunas que bordean la ciudad. Además, el personal era muy encantador y nos ayudó en todo momento a nuestras dudas.
Vistas desde nuestra habitación

Vistas desde la terraza del restaurante del hotel. 


Si volvemos, sin duda, nos alojaríamos ahí. Yo creo que hospedarse cerca del mercado nocturno es la mejor opción ya que aparte de ser una de las principales atracciones de la ciudad, el terminar ahí dando un paseo, es bastante gratificante.

DÓNDE COMER

Dunhuang, como comenté arriba, tiene un mercado nocturno muy interesante y es una buena opción para pasar una noche y comer alguna de las sugerencias que nos ofrece a lo largo de los numerosos puestos callejeros.



También, en dicho mercado hay una gran cantidad de frutos secos, si se es muy entusiasta de dicho alimento.



Más abajo, en los principales lugares a ver de la ciudad, comento más detalladamente dicho mercado.

Por el contrario, si es partidario de un restaurante, mi mujer y yo, la gran mayoría de las veces que de las comidas en Dunhuang, comimos en un restaurante situado a unos 200 metros de nuestro hotel, tras pasar una rotonda. Dicho restaurante, se llama resumidamente en español “Siete estrellas” aunque si va para allá, lo más idóneo será preguntar por él en chino, cuyo nombre es “七星楼果木烤全羊”. Está situado en el interior de un edificio,  en una cuarta planta, que con el ascensor podrá llegar. Excelente relacion calidad precio y un personal muy atento. Su especialidad es el cordero, aunque su carta también incluye otros platos.





Si necesitara un supermercado, la mejor opción es uno que también está cerca del hotel donde nos alojamos, a unos 100 metros. Está ubicado en el interior de un centro comercial llamado Yiwang International, cuya foto de la fachada se adjunta.



QUÉ VER EN DUNHUANG

Dunhuang se puede decir que es la puerta de la Ruta de la Seda en China y una gran parte de sus lugares a ver, está muy relacionado con esta travesía.

Los lugares distan entre sí a una cierta distancia y aunque la ciudad es cómoda y fácil para ver, si no le apetece, la mejor opción es coger un taxi, cuya carrera a los principales lugares, no suele sobrepasar los 15 yuanes, unos dos euros. Si es residente en China y tiene instalada la app Didi (similar a Uber en Occidente), también aquí se ofrece dicho servicio.


Colores típicos de los taxis en Dunhuang


Sobre el número de días a estar en Dunhuang, si pretende ver lo básico, creo que con un día se iría muy apurado. Quizá sea mejor dejar dos días, para poder ver las cosas tranquilamente. Y si es de esas personas que no tiene mucha prisa, Dunhuang nos pareció una ciudad muy agradable y que con un día más de asueto, no importaría. Además, y como veremos más adelante, la posibilidad de ver el Lago de la Luna Creciente varias veces con el mismo ticket, incita a relajarse y ver los maravillosos paisajes que nos ofrece el desierto, tan identificado con esta ciudad.

La ruta que se propone es la siguiente:


Las Cuevas (o Grutas) de Mogao

Las cuevas de son un conjunto de 492 templos y en  el año 1987 fueron declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Las cuevas de Mogao son el mayor ming-oi de Asia central, decorados con pinturas murales y donde encuentran miles de esculturas, manuscritos, etc. Estas grutas se encuentran en un importante enclave de la Ruta de la Seda, que hasta la Edad Moderna y desde la prehistoria fue una red comercial que llegó a comunicar en su época de esplendor el gran Imperio chino y el Imperio romano. Durante muchos siglos fue un importante centro de oración budista, posiblemente debido a su importante posición geográfica, que a pesar de que se encuentra en medio del desierto del Gobi, hizo que este enclave se convirtiera en la puerta occidental de China o del este asiático.





Según la leyenda local, en el año 366 d. C., un monje budista local, Lo-tsun, tuvo una visión de miles de Budas en los reflejos de los rayos de sol que centelleaban como bengalas sobre la pared de arenisca de un acantilado y convenció a un acomodado peregrino de la Ruta de la Seda para que fundara el primero de los templos.

Desde el siglo IV hasta el siglo XIV, los monjes budistas de Dunhuang coleccionaron escrituras traídas del oeste. Muchos peregrinos pasaron por la zona, pintando murales en el interior de las cuevas. Estos murales cubren una superficie de 42.000 metros cuadrados. Contienen más de 2500 esculturas pintadas. En el siglo XIV las cuevas fueron abandonadas.

Las cuevas de Mogao son las grutas budistas más famosas de todas China. Junto con las de Longmen y las de Yungang forma el grupo de sitios esculturales antiguos de China de más renombre.

Los murales, construidos durante la dinastía Wei del norte, tienen un aspecto bastante simple y están fuertemente marcados por la influencia india. Los que se construyeron durante la dinastía Sui son más realistas y detallados. Las cuevas que se pintaron durante la dinastía Tang son mucho más desarrolladas y sus paisajes incluyen multitud de personajes. Durante la dinastía Song se continuó con esta perfección que entró en decadencia durante el periodo de la dinastía Yuan.





Los monjes budistas valoran la austeridad en la vida y esperaban que estas cuevas remotas les ayudaran a alcanzar la iluminación. Las pinturas servían de ayuda a la meditación como representación visual de su búsqueda de la perfección y como herramientas para informar a los chinos sobre las creencias e historias budistas.




A principios del siglo XX, un chino taoísta de nombre Wang Yuanlu, se nombró a sí mismo guardián de algunos de los templos. Wang descubrió una importante cantidad de manuscritos. Algunos expedicionarios occidentales acudieron a la zona interesados por el hallazgo. Wang se embarcó en el ambicioso proyecto de reconstruir algunos de los templos. Para ello, solicitó donaciones a las ciudades vecinas y a algunos de los exploradores interesados en los manuscritos como Aurel Stein y Paul Pelliot.

En lo referente a los pasos para visitar dicho lugar, hay que tener en cuenta lo siguiente:

Debemos dirigirnos al Centro de Exposición Digital, que se encuentra dentro de la propia ciudad, en la carretera que va en dirección al aeropuerto.

En ese punto, compraríamos las entradas para acceder a este centro y posteriormente al recinto donde se encuentran las cuevas. No se puede dirigir uno directamente a las grutas en taxi porque está prohibido.

El horario de apertura es de 8:00 a 18:00, todos los días, y el precio de la entrada, es (en mayo de 2021), de 220 yuanes (unos 30 euros). Hay siempre un cupo para turistas extranjeros, por tanto, no se preocupe en ese sentido. Conviene evitar los fines de semana así como las dos principales fiestas chinas, la del Año Nuevo Chino, que no tiene fecha fija aunque siempre es entre finales de enero y principios de febrero y las fiestas de la fundación de la República Popular China, que siempre es en la primera semana de octubre.

En este centro, veremos dos documentales de 20 minutos cada uno sobre la historia de las Grutas de Mogao y sobre las principales cuevas (templos). Dichos documentales son en chino pero si se desea, se puede solicitar una guía de audición (incluida en el precio), aunque solo está en inglés.




Estas dos proyecciones están bastante bien y sobretodo en una gran sala de cine. En el tema de exposiciones, los chinos son unos grandes artistas y no escatiman en medios.

Tras ver dichos documentales, a todos los asistentes, se nos embarcan en autobuses lanzaderas para ya dirigirnos a las grutas en sí. El recorrido dura como media hora y vemos que en la travesía, impera ya un terreno totalmente desértico y uno se imagina la dura vida que tendría que ser toda esta zona hasta hace unas pocas décadas.





Tras llegar, a los extranjeros (mi esposa y yo éramos los únicos ese día), se nos ofrece la posibilidad de realizar el tour en inglés, a la cual accedemos.

Realmente, fue algo muy relajante ambos únicamente con un guía ya que en grupos de chinos, de 40 personas no bajaba el número.

Pero Dunhuang, es un lugar que van muchos turistas y eso se nota en la carga que sufre dicho lugar y las visitas, a fin de que la respiración humana no deteriore el interior de las grutas, era muy cronometrada y prácticamente no había tiempo para disfrutar de ellas. Aparte, que mientras el guía nos explicaba, fuera ya había otro grupo esperando que termináramos nosotros.

El guía nos mostró en total unas 8 grutas (o templos). En el interior, no se puede sacar fotografías. Al finalizar esa visita, luego se tiene la posibilidad de ir un poco por libre en dicho recinto pero más bien para visitar lugares anexos, más que grutas, ya que estas solo se abren cuando el guía va a hacer una explicación a un grupo. Hay una zona interesante que es donde residió el arqueólogo jefe, a mediados de los años sesenta del siglo pasado.




Casi a la salida del recinto, hay un pequeño museo con réplicas de algunas de las pinturas que se pueden ver en las cuevas. Al menos, sirve de sustitutivo y recordatorio fotográfico.




El lugar en si es fantástico y merece mucho la pena visitarlo. Pero claro, hay que llegar a un equilibrio sostenible entre el público que lo visita y la preservación de los lugares y de ahí, que siempre se vaya con prisa y no haya mucho tiempo a quedarse un rato y disfrutar de esas hermosas pinturas. En ese sentido, las Grutas de Yongang, en la ciudad de Datong (ver post), fueron mucho más relajantes y menos estresantes.

La visita a dicho lugar, entre el Centro de Exposición Digital y las Grutas en sí, perfectamente nos puede llevar medio día y teniendo en cuenta, muchas veces, el clima algo hostil en esta ciudad (a finales de mayo, ya superaba fácilmente los 30 grados), he ahí la razón por la que tal vez, al visitar este lugar, haya que tomarse el resto del día más tranquilo.

El LAGO CRECIENTE

Si el anterior lugar comentado, las Grutas de Mogao, nos dejó un sabor agridulce por lo ciertamente estresante que fue verlas, al disponer de poco tiempo para deleitarnos con su belleza, en este caso, el Lago Creciente, fue donde más disfrutamos y es de esos lugares que, por su magia, uno no se cansaría de volver.

Además, al ser un paisaje desértico y recordarnos en parte a nuestro lugar de residencia en España, las Islas Canarias, eso nos hacía que nos gustará aún más.

El Lago Creciente es un oasis en el desierto de Gobi, situado a unos cinco kilómetros del centro de Dunhuang, y está rodeado de numerosas dunas de arena. Las dunas alcanzan una altura relativa de 250 metros. El ascenso a la cima se ve recompensado con la espectacular vista de regreso a través de las ondulantes arenas del desierto hacia el oasis.





Con vistas desde la parte superior de las dunas, se verá un lago claro de color verde turquesa. Rodeado por las dunas, el lago tiene 100 m de largo de sur a norte y 25 m de ancho de este a oeste con un nivel de agua más profundo de 5 m. El lago tiene forma de media luna, por lo que a veces es llamado también Lago Yueyaquan (Lago de la Luna Creciente).




Originalmente era parte del río Danghe (que atraviesa la ciudad y lo comentamos más abajo), pero se quedó como un lago separado cuando dicho río cambió su curso.

Según los "Anales del condado de Dunhuang", el lago nunca ha estado cubierto por arena traída por fuertes vientos desde la historia hasta ahora. Las investigaciones científicas explican que las corrientes subterráneas del río Danghe reponen continuamente el lago para mantener el equilibrio del agua. La otra razón es porque el lago está enclavado entre las dunas con los lados sur y norte más altos que los del este y oeste. El viento sopla a lo largo de las laderas de las dunas. Gira hacia arriba repentinamente desde la entrada sureste con arena, hasta la parte superior y luego sale por la salida noroeste. El viento sopla en esa dirección durante todo el año y crea un hermoso paisaje de arena creciente y lago creciente. El lago está siempre claro y azul con muchas ondas. Nunca se desborda en la temporada de lluvias ni se seca en la sequía.





En las últimas décadas, el Lago Creciente siguió encogiéndose mientras el desierto se expandía paso a paso. En 2006, el gobierno local con la ayuda del gobierno central comenzó a llenar el lago y restaurar su profundidad, su profundidad y tamaño ha ido creciendo anualmente desde entonces. 

A lo largo del lado del Lago Creciente hay una pagoda en la arquitectura tradicional china Han. Una calle bordeada de puestos de souvenirs conduce desde la entrada al complejo.





Muchos turistas montan camellos aquí, organizados por los operadores del complejo, para llegar a la cima de las dunas de arena. Por lo general, los camellos son guiados por una escolta de camellos local, que incluye tanto mujeres como hombres. Como dato algo curioso, en este complejo, se encuentran los únicos semáforos de todo el mundo para camellos. Ya esto de por sí, es una atracción más.






En las dunas, una actividad popular para los turistas es andar en trineo o planchas, por las laderas de arena.

Con respecto a consejos para visitar este lugar, indicar que el horario de apertura es 5:00 a 20:30 y el precio de la entrada (para mayo de 2021) era de 110 yuanes (unos 15 euros). Con esta entrada, y en un intervalo de tres días, podremos entrar todas las veces que queramos. Si se desea esta opción, hay que comunicarlo al comprar la entrada. Lo mejor es con una app de traducción al chino, a fin de que se le queda claro al taquillero. También, y al igual que el monumento anterior, si se pudiera evitar el fin de semana para visitar dicho lugar, sería idóneo, aunque bien es cierto que como en este emplazamiento, la visita es por libre el lugar y el complejo es muy grande, no da la sensación de sentirse agobiado.

Conviene ver dicho recinto a diferentes horas del día, aunque a fin de evitar el extremos calor que hay en esta ciudad muchos meses del año, lo mejor es ir a partir de la tarde. Hay que tener en cuenta que en esta urbe (por particularidades que China solo tiene un único huso horario), se hace de noche bastante tarde y así, cuando estuvimos mi esposa y yo (mayo de 2021), a las diez de la noche, había luz diurna aún.





MUSEO DE DUNHUANG

Dicho museo, se encuentra a unas pocas centenas de metros del anterior lugar, el Lago Crecient, en la misma carretera que la une con el centro de la ciudad. Por tanto, sería recomendable tenerlo en cuenta a fin de optimizar el tiempo en los lugares a ver en Dunhuang.

El horario es de 9:00 a 18:00, cerrando los lunes. La entrada, como en la gran mayoría de los museos históricos de China, es gratuita.

Este museo se construyó en 2011 y tiene una superficie de  16.000 metros cuadrados.





Presenta principalmente más de 10.000 artículos chinos y tibetanos en los más de 2000 años de historia de Dunhuang. El público puede aprender mucho sobre Dunhuang y la Ruta de la Seda en este museo informativo. Además, hay réplicas de la cueva de Mogao y algunos murales exquisitos. Como no está permitido tomar fotos en las cuevas de Dunhuang Mogao, los turistas pueden tomar algunas fotos aquí aunque claro, no es lo mismo obviamente.





El Museo de Dunhuang está bien organizado en orden cronológico. Hay una Sala de Prefacio y cinco Salas de Exposiciones. Los turistas pueden visitar estos salones uno por uno para conocer la historia de Dunhuang desde la prehistoria hasta la dinastía Qing, la última que reinó en China (hasta 1911).





El Mercado Nocturno de Dunhuang

Dicho mercado, también llamado de Shazhou (al ser ésta la calle donde se ubica) es, sin duda, el gran punto de referencia social de esta ciudad. Imposible no irse de Dunhuang sin haber pasado por el durante un buen rato por la noche. En sus innumerables puestos, podremos ver diferente comida de distintas partes de China. 





Pero también, es un mercado para los residentes y ahí, se puede encontrar también fruta y, tratándose de la Ruta de la Seda, un gran surtido de frutos secos.





Asimismo, es el principal lugar para realizar alguna comprar de souvenirs o libros sobre la historia de la Ruta de la Seda.

También es un gran punto de referencia para los artesanos de la zona y hay un gran surtido de trabajos hechos a mano, con una gran delicadeza.




El Río Dang

La ciudad de Dunhuang es atravesada por el Río Dang, de unos 400 kilómetros en total, y conviene acercarse a él (como a unos 20 minutos caminando desde el mercado nocturno) para disfrutar de sus vistas y ver que, en el horizonte, se fusionala ciudad con las dunas del desierto.





Asimismo, en lo que se llega caminando a dicho río, también es agradable disfrutar de una ciudad tranquila como es Dunhuang, con menos de 200.000 habitantes en total. Algo que, en muchas urbes de China, será difícil tener tanta tranquilidad.





Y así termina nuestro recorrido por la ciudad de Dunhuang, que siempre la tendremos en el recuerdo. En muchos aspectos, es un lugar totalmente diferente, ya no en China si no en otras partes del mundo. Muy pocas ciudades, pueden presumir de estar rodeada (y coexistiendo perfectamente) con el desierto.

Otros posts sobre ciudades de China en este blog:



No hay comentarios:

Publicar un comentario