lunes, 20 de junio de 2022

Escapadas en China (XXVII). Qufu.

Tal vez, la localidad de Qufu (se pronuncia Chufu), no sea muy conocida entre el público, ni siquiera, muchas veces entre la comunidad de expatriados en China. Pero si decimos que en esa población, nació una de los personajes históricos más importantes del mundo, Confucio, y que la ciudad en sí, tiene más de 3.000 años, pues ya parece que empieza a ser apetecible una visita a ella.

Pues en efecto, si realiza un viaje por la región de Shandong (que hemos estado hablando en los posts anteriores), una visita a Qufu es inexcusable. E incluso, si no se diera el caso, esta localidad se encuentra a tan solos unas dos horas y media de la capital china, Pekín, y por tanto, podría ser una visita, que perfectamente se puede ver, con tranquilidad, en un día y medio.

Por tanto, con estos alicientes, es un destino que hay que tenerlo en cuenta. Ya no solo por su gran historia, sino también por su tranquila vida, muy pausada.


Aparte de ser la localidad de nacimiento de Confucio (551 a.C.-479 a.C.), esta ciudad, por su longevidad, también tiene una gran historia aunque, desgraciadamente, gran parte de ello se perdió durante la locura que significó la mal llamada Revolución Cultural en China, cuando alrededor de 200 trabajadores y estudiantes de la Universidad Normal de Pekín liderados por Tan Houlan, uno de los cinco poderosos líderes estudiantiles de la Revolución cultural, fueron a Qufu y destruyeron más de 6000 objetos de valor histórico en noviembre de 1966, incluida la cripta de Confucio.

UBICACIÓN

Qufu se encuentra en el centro de la región histórica de Shandong, y prácticamente equidistante de la principal ciudad de esta zona, Qingdao, y de la capital china, Pekín. Por tanto, como había comentado anteriormente, es relativamente fácil acceder a dicha localidad.



Por su ubicación, hay que tener en cuenta que es probable que, de diciembre a febrero, haya bastante frío por la zona y lo contrario ocurra de junio a agosto, bastante calor y, previsiblemente, muchas lluvias, al ser la época de los monzones. Además, es una ciudad cuyas principales atracciones turísticas a visitar, son en el exterior, por tanto, también habría que mirar la climatología durante esos días.

COMO LLEGAR A QUFU

Probablemente, la mejor opción sea a través de la extensa red de ferrocarriles de alta velocidad que hay en China. En ese caso, si se desea esta vía, se llega a la estación de Qufu Este, situada a unos 11 kilómetros (unos 15 minutos) en coche, desde el centro urbano.

Hay que tener en cuenta que muchos trenes de alta velocidad entre Pekín y Shanghai, paran en esta estación y, por tanto, hay bastantes frecuencias. Desde Pekín, el precio del billete es de unos 35 euros por trayecto, para una duración del viaje de unas dos horas y media.

La estación de Qufu Este, es bastante pequeña para los estándares chinos. Por tanto, sería recomendable no llegar muy pronto ya que, perfectamente se puede encontrar sin un asiento mientras espera a la salida del tren.

Estación de Qufu Este, con una estatua de Confucio



También, existe la opción de llegar por avión pero, sinceramente, no es recomendable ya que su aeropuerto (que comparte con la ciudad de Jinin), se encuentra a nada menos que ochenta kilómetros y, teniendo en cuenta que el 99% de los casos, combinaremos la visita a Qufu con alguna ciudad de Shandong, pues no es viable, por las circunstancias indicadas anteriormente, llegar en avión.

DONDE ALOJARSE

Qufu es una ciudad que acoge muchos turistas, especialmente grandes grupos de chinos. Por tanto, hay bastante oferta de alojamiento, incluido cadenas internacionales como Marriott.

Pero mi mujer y yo, nos alojamos en uno de los hoteles más históricos de Qufu, ya que fue el primero que se construyó allá de cuatro estrellas y, además, está basado en la temática de Confucio, con arquitectura típica de Shandong, la región donde se encuentra Qufu. 

El hotel, llamado Queli Hotel, nos gustó bastante, ya que aparte de sus maravillosas y cómodas instalaciones, también está bien ubicado, en el centro de la ciudad, con numerosos restaurantes a los alrededores.





La noche, nos costó unos 45 euros por noche, con desayuno incluido. Teniendo en cuenta que se trata de un hotel de cuatro estrellas, es una excelente relación calidad-precio.

Nuestra habitación, estándar con cama doble



Como referente de su calidad y fama, a lo largo de su historia, ha acogido grandes personalidades, desde presidentes del gobierno a la realeza europea.




DONDE COMER

A lo largo de la Calle Gulou (Calle del Tambor), donde se encontraba nuestro hotel, hay una gran cantidad de establecimientos gastronómicos y para todos los paladares. No debería tener problema en encontrar uno a su gusto.


COMO MOVERSE

La localidad de Qufu es bastante pequeña para los niveles que se mueve en China, con tan solo unos 60.000 habitantes. Si se hospeda en el hotel comentado anteriormente, se puede acceder a pie a las principales atracciones. Tal vez, el Cementerio donde se encuentra enterrado Confucio, requeriría de algún transporte público, aunque en este caso, la mejor opción es ir a través de uno de los numerosos ciclotuktuks que hay a lo largo de la ciudad.



QUÉ VER EN QUFU

La visita a Qufu se centra en su principal celebridad, Confucio. La gran mayoría de lugares a ver, está relacionado con su longeva vida.

La ruta que se sugiere es la siguiente:

A la hora de visitar los principales lugares de esta ciudad, la Mansión de la Familia Kong, el Templo de Confucio y el Cementerio de Confucio, existe un ticket que permite ver estas tres atracciones. El precio es de 140 yuanes (unos 20 euros), precio de julio de 2021, y dicho pase, es válido para tres días. Se puede comprar en los mismos centros turísticos indicados.

La Mansión de la Familia Kong

La mansión de la familia Kong fue la residencia histórica de los descendientes directos de Confucio. Las estructuras existentes datan principalmente de las dinastías Ming y Qing. Desde la mansión, la familia atendía los sitios confucianos en Qufu y también gobernaba la propiedad rural privada más grande de China. La familia Kong estaba a cargo de realizar elaboradas ceremonias religiosas en ocasiones como plantaciones, cosechas, honrar a los muertos y cumpleaños. Hoy en día, la mansión es un museo y parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO "Templo y cementerio de Confucio y la mansión de la familia Kong en Qufu".





La primera mansión de la familia Kong del duque Yansheng fue construida en 1038 durante la dinastía Song . En 1377, la mansión fue reubicada y reconstruida bajo las órdenes del primer emperador de la dinastía Ming. En 1503, durante el reinado del emperador Hongzhi, el complejo se amplió en tres hileras de edificios con 560 habitaciones y, al igual que el vecino Templo de Confucio, nueve patios. Durante la dinastía Qing, la mansión se renovó por completo en 1838 y 48 años más tarde resultó dañada en un incendio que destruyó los aposentos de las mujeres en 1886. Incluso durante el incendio, los hombres no se atrevieron a entrar en la parte de la mansión de mujeres para combatir el fuego, lo que provocó un daño mayor en esta parte del complejo de la mansión. Las partes dañadas de la mansión fueron reconstruidas dos años después; el costo de estas dos renovaciones del siglo XIX fue cubierto por el emperador. A pesar de estas renovaciones posteriores, esta mansión sigue siendo el complejo residencial de su tamaño de la era Ming mejor conservado. El último jefe de la familia Kong que vivió en la mansión fue Kong Decheng , descendiente de Confucio en la 77ª generación. Kong Decheng huyó a Chongqing debido a la Segunda Guerra Sino-Japonesa en 1937. No regresó a Qufu sino que huyó a Taiwán, durante la Guerra Civil China.





Las túnicas Hanfu tradicionales de la dinastía Ming entregadas por los emperadores Ming a los nobles duques chinos Yansheng , descendientes de Confucio , aún se conservan en la Mansión de Confucio después de más de cinco siglos. Allí también se conservan túnicas de los emperadores Qing. Los Jurchens en la dinastía Jin y los mongoles en la dinastía Yuan continuaron patrocinando y apoyando al duque confuciano Yansheng.






Al igual que los otros lugares relacionados con Confucio, en el exterior hay numerosos puestos de venta de recuerdos o de artesanía china.





Templo de Confucio

El Templo de Confucio, es el templo más grande dedicado a este ilustre filósofo y, también, el más famoso del este de Asia.

Dos años después de la muerte de Confucio, su antigua casa en Qufu ya había sido consagrada como templo por el duque de Lu. En 205 a. C., el emperador Gao de la dinastía Han fue el primer emperador en ofrecer sacrificios a la memoria de Confucio en Qufu. Dio un ejemplo a seguir para muchos emperadores y altos funcionarios. Más tarde, los emperadores visitarían Qufu después de su entronización o en ocasiones importantes, como una guerra exitosa. En total, 12 emperadores diferentes realizaron 20 visitas personales a Qufu para adorar a Confucio. Otros 100 enviaron a sus diputados para 196 visitas oficiales. La casa original de tres habitaciones de Confucio fue removida del complejo del templo durante una reconstrucción realizada en el año 611 d.C. En 1012 y en 1094, durante la dinastía Song, el templo se amplió en un diseño con tres secciones y cuatro patios, alrededor de los cuales finalmente se organizaron más de 400 habitaciones. El fuego y el vandalismo destruyeron el templo en 1214, durante la dinastía Jin. Fue restaurado a su extensión anterior en el año 1302 durante la dinastía Yuan. Poco después, en 1331, el templo quedó enmarcado en un muro de cerramiento inspirado en el palacio imperial.





Después de otra devastación por un incendio en 1499, el templo finalmente fue restaurado a su escala actual. En 1724, otro incendio destruyó en gran parte la sala principal y las esculturas que contenía. La restauración posterior se completó en 1730. Muchas de las esculturas de reemplazo fueron dañadas y destruidas durante la Revolución Cultural en 1966. En total, el Templo de Confucio ha sufrido 15 renovaciones importantes, 31 reparaciones grandes y numerosas medidas de construcción pequeñas.

El complejo del templo se encuentra entre los más grandes de China, cubre un área de 16.000 metros cuadrados y tiene un total de 460 habitaciones. Debido a que el último gran rediseño después del incendio de 1499 tuvo lugar poco después de la construcción de la Ciudad Prohibida en la dinastía Ming, la arquitectura del Templo de Confucio se asemeja a la de la Ciudad Prohibida en muchos aspectos.





La parte principal del templo consta de nueve patios dispuestos sobre un eje central, que está orientado en dirección norte-sur y tiene 1,3  km de longitud. Los primeros tres patios tienen pequeñas puertas y están plantados con altos pinos, cumplen una función introductoria. La primera puerta (más al sur) se llama "Puerta Lingxing") Los edificios en los patios restantes forman el corazón del complejo. Son estructuras impresionantes con techos de tejas amarillas (de lo contrario reservadas para el emperador) y paredes pintadas de rojo, están rodeadas de pinos de color verde oscuro para crear un contraste de color con colores complementarios.

Cementerio de Confucio

Como su propio nombre da a entender, es el lugar donde Confucio y algunos de sus discípulos están enterrados, así como muchos miles de sus descendientes.




Para el siglo II d. C., al menos 50 de los descendientes de Confucio habían sido enterrados junto a él. En 1331 se iniciaron las obras de construcción del muro y puerta del cementerio. En total, el cementerio ha sido objeto de 13 remodelaciones y ampliaciones. Finalmente, a fines del siglo XVIII, el muro perimetral alcanzó una longitud de 7,5 kilómetros (4,7 millas), encerrando un área de 3,6 kilómetros cuadrados (1,4 millas cuadradas). 





En este espacio se pueden encontrar las tumbas de más de 100.000 descendientes de Confucio, que han sido enterrados allí durante un período de unos 2.000 años. Las tumbas más antiguas datan de la dinastía Zhou, las más recientes pertenecen a descendientes de la generación 76 y 78.


Tumba de Confucio

Tumba de Confucio


Al igual que otros lugares de Qufu, el cementerio también sufrió graves daños en noviembre de 1966, durante la Revolución Cultural, cuando fue visitado y destrozado por un equipo de Guardias Rojos de la Universidad Normal de Beijing , dirigido por Tan Houlan. El cadáver del duque Yansheng Kong Lingyi de la 76ª generación fue sacado de su tumba y colgado desnudo de un árbol frente al palacio durante la profanación del cementerio en la Revolución Cultural.





Casco urbano de Qufu

Qufu es una ciudad tranquila. Con 60.000 habitantes, en China se podría considerar más bien un pequeño pueblo. Y precisamente, ese poco gentío, hace que, para este país, con innumerables ciudades con mucha más población que la mismísima Madrid, se automáticamente se convierta en un encanto y un remanso de tranquilidad caminar por él.

La principal vía de esta localidad, y que prácticamente la divide en dos, es la Calle Gulou (Calle de la Torre del Tambor), donde precisamente, a mitad de dicha calle, existe una torre con este nombre.




La Torre del Tambor, es un símbolo en muchas localidades chinas ya que, desde ella, se leían los edictos imperiales al son de tambores. No es difícil encontrárselas a lo largo de la amplía geografía china.

Pero si se quiere respirar un poco de ambiente de la China tradicional, que en el fondo es la que imperaba en este país hasta hace unas pocas décadas, lo mejor es perderse por sus numerosos callejones ubicados dentro de la ciudad amurallada. Ahí, tras visitar urbes modernas, nos dará la sensación de viajar en el tiempo, casi a la época de Mao.







Realmente, y por desgracia, quedan muy pocos lugares de este tipo en China. La gran urbanización y construcción de nuevos edificios, hace que esta arquitectura y forma de vida antaña, vaya perdiendo terreno ante la, supuesta, modernización.

Y tratándose Qufu de una ciudad amurallada pues, obviamente, no nos podemos perder su hermosa muralla, que circunda toda la población. Muy bonito también sus alrededores, con parques muy bien cuidados.





Y aquí termina nuestra crónica sobre esta ciudad, importante punto de peregrinación de los chinos, al haber nacido aquí uno de sus personajes más ilustres, Confucio.






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