Si la bahía de Ha Long es el referente en Vietnam en naturaleza, no cabe duda que Hoi An lo es en arquitectura y cultura. Un viaje a este país sin visitar esta hermosa ciudad, no tendría sentido. El paso por esta urbe de franceses, chinos, japoneses, etc. ha dejado un legado histórico que lo ha hecho merecedor, con toda justicia, de ser Patrimonio de la Humanidad.
La visita a Hoi An, hay que tomársela relajadamente para ver toda la belleza que hay en sus calles y como colofón al final de cada día, ser testigo de la hermosura de sus faroles durante la noche. Su mercadillo nocturno, que se realiza todas las noches desde hace unos años ha sido, sin duda, el espaldarazo final para convertir este destino en mágico.
Es cierto que, desgraciadamente, cada vez asisten más turistas pero no obstante, si se sale un poco de las calles más concurridas, se puede disfrutar de una cierta soledad. Asimismo, como una gran parte del turismo de grupo, se alojan en la ciudad de Da Nang, por la noche ya baja notablemente la asistencia de visitantes.