Japón, para la
gran mayoría de los que han tenido la oportunidad de ir, es un destino que
marca para siempre. Ante todo, destaca su gran sentido de la educación y el
respeto, perdido por desgracia en muchas partes del mundo.
Pero, en nuestro
caso, tras haber estado dos veces anteriormente en dicho país y viviendo en
China en la actualidad, el mes de diciembre, que teníamos unos días libres, no
era una buena opción, por la climatología, huir a los principales lugares del país, en si o a lugares nuevos situados en las islas principales, así que mi mujer y yo decidimos ir la paradisíaca isla de Okinawa, donde
las temperaturas a lo largo del año, son estupendas y así poder huir del frío
de Pekín, que en diciembre raramente supera los cero grados.
Como hemos estado
prácticamente en los principales lugares turísticos del sureste asiático,
pensábamos que variar un poco y elegir Okinawa, podría ser una buena opción y
en efecto lo fue ya que nos ofreció una combinación perfecta de cultura japonesa
y buen clima, aunque por desgracia, algunos días hubo de lluvia y eso nos
empañó un poco las vacaciones.